El gobierno de Canadá busca atraer científicos y trabajadores de alto nivel, como también titulares de visas H-1B en EEUU, luego que el Presidente Donald Trump impusiera un precio de 100 mil dólares para nuevos postulantes.
El primer ministro Mark Carney, en el presupuesto, aprobado por el Parlamento, asignó mil millones doscientos mil dólares para reclutar a lo que llamó “más de mil especialistas altamente calificados”. El plan también fija una meta anual de 380,000 residentes permanentes entre 2026 y 2028, con la intención de fortalecer la competitividad global del país y apoyar sectores económicos estratégicos.
La estrategia incluye una vía acelerada para titulares de visas H-1B que podría ponerse en marcha en los próximos meses. Se piensa que después del incremento a 100,000 dólares en las tarifas a estas visas en Estados Unidos, la medida canadiense podría incentivar a estos profesionales a considerar a Canadá como alternativa.
El gobierno canadiense también busca reducir la proporción de residentes no permanentes a menos del 5 por ciento de la población para finales de 2027. Esta cifra se ubicaba en 7.3 por ciento al 1 de julio de este año.
El plan contempla además una disminución significativa de estudiantes internacionales y otros residentes temporales. Se proyecta que los permisos de estudio caigan a 155,000 en 2026 y a 150,000 en 2027 y 2028, que son números mucho más bajos que los previstos por el gobierno anterior de Justin Trudeau. Las metas para residentes temporales descenderían a 385,000 en 2026 y a 370,000 en los dos años siguientes.














