Susana Donan
En el sector inmobiliario de la pre-construcción ha surgido una preocupación creciente a medida que los compradores de viviendas se enfrentan a dificultades para cerrar sus transacciones inmobiliarias, lo que ha llevado a algunos a renunciar a importantes depósitos, con valores de hasta 320 mil dólares.
Esta tendencia es particularmente prominente en las viviendas de los suburbios del Área de Gran Toronto (GTA), que experimentaron rápidas subidas de precios durante la pandemia, seguidas de importantes descensos. A medida que se acercan las fechas de cierre, muchos compradores se ven en la imposibilidad de completar sus compras debido a problemas como la caída de las tasaciones y las dificultades para obtener una hipoteca.
Datos recientes del Toronto Regional Real Estate Board indican un descenso del 6% en las ventas de unidades en todo la GTA en octubre, en comparación con el año anterior. Los precios medios también han disminuido, pasando de 1.195.469 dólares en mayo a 1.125.928 dólares en octubre.
Los compradores que están abandonando sus depósitos son una mezcla de usuarios finales y los que tratan de transferir sus derechos y obligaciones a través de ventas de asignación, una transacción legal en el mercado de condominios de pre-construcción.
Los compradores que adquirieron viviendas lowrise a finales del 2021 o principios del 2022, durante un período de precios altos y bajas tasas de interés, ahora se enfrentan al reto de cerrar en un entorno con tasas de interés significativamente más altas. Este cambio, junto con la baja de los precios de la vivienda, contribuye al aumento del número de compradores que abandonan los depósitos.
Normalmente, los depósitos en el mercado inmobiliario representan el 20% del precio final de compra y se pagan al promotor antes de que comience el proyecto. Si un comprador no cierra el trato al finalizar el proyecto, el constructor tiene derecho a retener el depósito y reclamar daños y perjuicios. El constructor también puede reclamar una indemnización si la propiedad se revende por menos del precio de compra original.
En el mercado de pre-construcción las viviendas lowrise suelen tardar entre seis meses y un año en construirse, lo que explica el aumento de la pérdida de depósitos en este sector, en comparación con los condominios, cuyos plazos de construcción son más largos. La tendencia también parece ser más frecuente en las zonas situadas a una o dos horas de Toronto, donde el valor de los inmuebles ha experimentado el descenso más pronunciado.
Los expertos ven en este fenómeno un indicador temprano de posibles problemas futuros en el mercado. Aunque el porcentaje de compradores que renuncian a sus depósitos sigue siendo relativamente bajo, los expertos prevén que este problema puede generalizarse en los próximos años, lo que plantearía riesgos potenciales para prestamistas y constructores, sobre todo cuando empiecen a entrar en el mercado los condominios que se encuentran en el punto álgido de la pandemia.