de los primeros asentamientos humanos, su desarrollo y evolución con formas sociales de organización muy particulares que garantizaron la estabilidad social durante miles de años, el desarrollo de la ciencia y las artes, y especialmente una filosofía y estilo de vida poco conocidas por muchos de los habitantes de esos países.
Por Chiqui Ramirez
En los años 1860s José Melgar descubrió la primera cabeza gigante en Huayapan, Tres Zapotes Veracruz, México. Posteriormente fueron encontrando otras Cabezas gigantes esculpidas en piedra volcánica: 4 en la Venta; 3 en Tres Zapotes y 10 San Lorenzo. Todas ellas en Veracruz, México. La más grande mide 2.80 x 2.10 con un peso aproximado de 25 toneladas. Aunque algunos estudiosos afirman que la cabeza de Cobata en Tres Zapotes pesa 65 toneladas. Su descubrimiento ha sido motivo de muchas especulaciones.
Investigaciones recientes apoyadas en la ciencia y la tecnología ha reunido a arqueólogos, astrónomos, hidrólogos, botanistas y ambientalistas, entre otros, que van develando “el misterio Olmeca”. Marion Popenoe, arqueóloga y astrónoma, descubrió que en Takalik Abaj, Guatemala, fue encontrado el MUX u ombligo del mundo mesoamericano, lugar de donde los Olmecas midieron los cuatro puntos cardinales o lados de la tierra, con una datación de 1,700 años A.C. Era el tiempo de Tutankamon y Ramces en Egipto.
Sorprende a los estudiosos cómo en manglares, bajos y pantanos, los primeros asentamientos humanos fueron haciendo suyas las riquezas naturales de la selva lluviosa. La abundancia de alimentos fáciles de obtener como moluscos, raíces, frutos, la caza y la pesca, más la domesticación del maíz y otros cultivos, dieron como resultado el desarrollo intelectual que hizo posible sentar las bases de una organización social particular, la escritura, la matemática, la astronomía, los calendarios, la Cosmovisión de la vida y la muerte que más tarde fueron enriquecidos por los Mayas del periodo clásico.
Observando el cielo nocturno, los Olmecas sintieron la necesidad de la escritura, la matemática, la astronomía, los calendarios y la comprensión de la armonía del universo. La filosofía de vida y muerte, lo cíclico de la existencia, el tiempo como la respiración del universo, el cordón umbilical que nos une al Cosmos.
Estos grupos humanos, ricos en recursos naturales, intercambiaron no sólo el surplus de alimentos, sino también las artesanías que acompañan a estos estadios sociales y con ellas el idioma, las ideas. Los rastros del intercambio comercial han sido verificados a través de fotos satelitales que muestran cimientos de complejos arquitectónicos, Sacbes (Caminos blancos), asentamientos humanos, terrazas y áreas de cultivos entre otros.
Para Arthur Demarest, la civilización Olmeca no se desarrolló sola, no es extraterrestre ni llegó de otros continentes. Es producto del desarrollo humano, del intelecto y sabiduría, del intercambio comercial (trueque) y de ideas de ese entonces en el área Mesoamericana. Los Olmecas controlaron las vías comerciales fluviales, marítimas y terrestres en amplio territorio hasta la llegada de los europeos.
Los estudios arqueológicos demuestran que los Olmecas desarrollaron una economía ecológica, alimentaria de autosuficiencia, que la diversidad de tecnología para el cultivo de alimentos era aplicada, inventada por cada grupo familiar extendido. Tecnología agrícola y organización social que no concentraba grandes poblaciones en ciudades y que fue desarrollada por los Mayas en el periodo clásico (300 – 900 D.C.).
Fueron los Olmecas los que, comprendiendo la armonía del Universo, nos legaron los calendarios ligados a los Nawaes-energias que son el retrato genético de la personalidad, que definen nuestra misión en la vida. Es la armonía del Universo trasladada a la sociedad. El respeto y reciprocidad como base de la convivencia social, el agradecimiento diario por la Creación de la vida, por el trabajo que dignifica, la muerte que libera. La filosofía y estilo de vida Olmeca, sigue presente en los pueblos de origen Maya en México y Guatemala.
Por esas y otras muchas razones, Karina Garcia y María Chiqui Ramirez decidimos hacer la copia de una cabeza Olmeca para la exhibición en Metro Hall Toronto: “La magia de Latinoamérica” del 2 al 7 de octubre del 2017, declarado mes de la herencia hispana y que ha sido promovido por Hispanic Canadian Heritage Council desde 2014 en la ciudad de Toronto.
Queremos desde nuestro humilde aporte honrar la memoria de los sabios líderes que supieron guiar su pueblo retratados en las enormes cabezas olmecas, así como a los artesanos, artistas, a los que transportaron las piedras volcánicas para que fueran talladas piedra sobre piedra.
En un mundo carente de valores, el trabajo en voluntario y en comunidad es difícil de entender. Nuestro trabajo es voluntario, cumplimos con nuestra misión de artistas para mostrar a los habitantes de Toronto, que venimos de una cultura que sigue presente. Proyecto Dignidad le ha llamado Luís Barillas Maya-Ixil.
*Chiqui Ramírez puede ser contactada en [email protected]