La cancelación del permiso del oleoducto está en la lista de acciones ejecutivas que se cree Joe Biden tiene programadas para tomar durante el primer día en el cargo de presidente de los Estados Unidos.
Rodrigo Díaz M.
Joe Biden será investido como presidente de los Estados Unidos de América este miércoles y está planeando cancelar el permiso para el proyecto del oleoducto Keystone XL, en el que se han invertido 9 billones de dólares, como uno de sus primeros actos como presidente, quizás lo haría en su primer día en el cargo.
Donald Trump había hecho de la construcción del oleoducto una promesa central de su campaña presidencial. Biden fue vicepresidente de la administración Obama cuando rechazó el proyecto por ser contrario a sus esfuerzos para combatir el cambio climático.
Las palabras “rescindir el permiso del oleoducto Keystone XL” aparecen en una lista de acciones ejecutivas que probablemente se programen para el primer día de la presidencia de Biden, según un informe la Canadian Broadcasting Corporation.
Biden había prometido previamente que, si llegaba a ser presidente, se desharía del permiso presidencial del oleoducto.
El proyecto, que trasladaría el petróleo de la provincia canadiense de Alberta a Nebraska, en los Estados Unidos, había sido frenado por cuestiones legales en los Estados Unidos. También se enfrentó a la oposición de los ecologistas que buscaban frenar la expansión de las arenas petrolíferas de Canadá oponiéndose a la construcción de nuevos oleoductos para trasladar su crudo a las refinerías.
La embajadora de Canadá en los Estados Unidos, Kirsten Hillman, declaró que continuaría promoviendo un proyecto que, según ella, se ajustaba a los planes ambientales de ambos países. “No hay mejor socio para los Estados Unidos en materia de acción climática que Canadá, ya que trabajamos juntos para una transición verde”.
El premier de Alberta, Jason Kenney, tuiteó que la cancelación eliminaría puestos de trabajo, debilitaría las relaciones entre los Estados Unidos y Canadá y socavaría la seguridad nacional estadounidense al hacer al país más dependiente de las importaciones de petróleo de la OPEP.
Erin O’Toole, líder del partido conservador de Canadá y de la oposición oficial, dijo ayer que la cancelación del proyecto “devastaría a las familias de Canadá” que ya habían sido golpeadas por la crisis económica generada por la pandemia del COVID-19.
“Necesitamos una recuperación para todos en Canadá, en todas partes de Canadá, en todos los sectores, incluido el de la energía. Keystone XL es un proyecto de importancia nacional que apoya a innumerables trabajadores a ambos lados de la frontera”, dijo O’Toole.
“En un momento en que ambos países necesitan centrarse en la creación de empleo y en el fortalecimiento de las relaciones bilaterales, pido al primer ministro que se ponga inmediatamente en contacto con la administración de los Estados Unidos para impedir que esto suceda y defender a los trabajadores de Canadá”.
TC Energy Corp, que opera el oleoducto, dijo que lograría cero emisiones netas para el 2023. La empresa también se comprometió a utilizar sólo fuentes de energía renovable para el 2030 en un intento de ganar el apoyo de Biden.
La construcción está muy avanzada en Canadá, con el cruce de la frontera internacional completo. En los Estados Unidos, TC ha comenzado la construcción de estaciones de bombeo en cada uno de los estados por los que pasará la línea, pero los reveses legales le costarán gran parte de la temporada de construcción de 2020.
Barack Obama descartó el proyecto en 2015, diciendo que Canadá cosecharía la mayor parte de los beneficios económicos, mientras que el proyecto aumentaría las emisiones de gases de efecto invernadero.
Trump emitió un permiso presidencial en 2017 que permitía que los planes siguieran adelante, y varios grupos ecologistas demandaron al gobierno de los Estados Unidos a raíz de esto.