La denominada meditación de atención plena o ‘mindfulness’, no sólo ayuda a despejar, descansar y aclarar la mente, a reducir la tensión nerviosa y a reequilibrar las emociones en general, sino que además podría mejorar la habilidad de los médicos para cuidar de aquellas personas que acuden a su consulta, según un estudio efectuado en Estados Unidos.
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— “El ‘mindfulness’ nos enseña a centrar nuestra atención en lo que hacemos en cada momento y a percibir qué sentimos o pensamos, por qué y para qué, así como a rechazar los automatismos y a desarrollar un estilo de vida autoconsciente” según Jon Kabat-Zinn, que dirige el Centro para el Mindfulness, de la Universidad de Massachussets, en Estados Unidos.
— Según explica a Efe el doctor Fernando García Armengol, médico odontólogo y maestro de meditación, “mantenernos mentalmente en el momento presente, con plena atención a nuestro trabajo y a nuestro paciente, con una actitud de empatía, generosidad y afecto hacia sus problemas, mejora la relación entre ambos, y el resultado de los tratamientos”.
— Según Kabat-Zinn, observar la propia respiración es el ejercicio más fácil y adecuado para iniciarse en la atención plena, y hay distintos lugares de nuestro cuerpo en los que podemos centra dicha observación, por ejemplo el estómago, que si está relajado, se hincha y deshincha con cada respiración.
Para el experto en psicoterapia y programación neurolingüística (PNL), así como en la aplicación de la meditación para solucionar el estrés, Gustavo Bertolotto: “El “mindfulness”, o atención plena, consiste en prestar atención de una forma consciente a la experiencia que se tiene en el instante presente, con interés, curiosidad, aceptación y sin juzgar”.
Bertolotto, que es también director del Instituto Potencial Humano (www.institutopotencialhumano.com) aclara que “el ‘mindfulness’ consiste en enfocar la mente en el momento presente de forma intencional y sin juzgar. Practicarlo con regularidad ayuda a disminuir el estrés y los efectos nocivos que nos provoca tanto a nivel físico como mental, y que nos impiden llevar una vida más plena”.
“El ‘mindfulness’ nos enseña a centrar nuestra atención en lo que hacemos en cada momento y a percibir qué sentimos o pensamos, por qué y para qué, así como a rechazar los automatismos y a desarrollar un estilo de vida autoconsciente” según Jon Kabat-Zinn, que ha fundado y dirige el Centro para el Mindfulness (www.umassmed.edu/cfm) , de la Universidad de Massachussets, en Estados Unidos.
Según Kabat-Zinn, observar la propia respiración es el ejercicio más fácil y adecuado para iniciarse en la atención plena, y hay distintos lugares de nuestro cuerpo en los que podemos centra dicha observación, por ejemplo el estómago, que si está relajado, se hincha y deshincha con cada respiración.
“El objetivo es darse cuenta de las sensaciones que acompañan a la respiración consciente en un lugar corporal concreto y mantenerla en la consciencia a cada instante”, según este experto.
Investigadores de Centro Médico de la Universidad de Rochester, URMC, en Nueva York (EE.UU.) han descubierto que el entrenamiento en esta ‘atención consciente’ o ‘consciencia plena’ puede ayudar a los médicos a escuchar mejor a sus interlocutores y a no ser tan críticos con ellos, tanto en su casa como en su trabajo, y a responder a los pacientes sin juzgarlos, durante sus charlas privadas o profesionales.
Para su investigación, los expertos de la URMC, (www.urmc.rochester.edu) estudiaron a un grupo de médicos de la zona de Rochester que participaron en un curso de formación en la meditación ‘mindfulness’ . Concretamente los investigadores entrevistaron a veinte de los facultativos participantes, después de que completaran el programa de entrenamiento en ‘mindfulness’.
EL PACIENTE TAMBIÉN SALE BENEFICIADO.
Según este trabajo, el 60 por ciento de los médicos señaló que capacitarse en meditación de atención plena les ayudó a ser unos oyentes más atentos, y más del 50 por ciento manifestó que, después de entrenarse en esta práctica, eran más conscientes de sí mismos y menos críticos con lo demás en las conversaciones.
Asimismo, el 75 por ciento de los participantes en la investigación también señaló que les resultó especialmente significativo poder hablar sobre sus experiencias médicas personales con otros colegas durante el programa de formación, y que se sintieron más seguros al poder compartir estas experiencias en un ambiente “libre de juicios”.
Este ambiente de libertad ayudó a los participantes a sentirse emocionalmente seguros como para hacer una pausa, reflexionar y divulgar sus experiencias más complejas y profundas, y a su vez ganar más seguridad al percibir que no estaban solos en cuanto a sus sentimientos, según la URMC.
Estos resultados proporcionan evidencias de que “los sistemas de atención de salud deben implementar un cambio sistemático a nivel práctico para crear un entorno que apoye la práctica de la atención plena, fomente la comunicación transparente y clara entre los médicos, el personal, los pacientes y sus familias, y reduzca el aislamiento profesional”, han sugerido los autores del informe.
Como una forma de mejorar la atención primaria a los pacientes, los investigadores de Rochester también han recomendado fomentar el sentido de comunidad entre los médicos y darles tiempo para que cultiven su propio crecimiento personal.
En este estudio, encabezado por los investigadores Howard Beckman y Christopher Mooney, han participado los doctores Ronald Epstein y Michael S. Krasner, quienes habitualmente conducen programas de entrenamiento en meditación ‘mindfulness’ y comunicación dirigidos a médicos y odontólogos, y a los estudiantes universitarios de estas carreras.
EL TESTIMONIO DE UN MÉDICO QUE MEDITA.
Para obtener un testimonio de un médico meditador y conocer de primera mano los beneficios de la meditación en la práctica clínica, Efe consultó al doctor Fernando García Armengol, médico odontólogo, maestro de meditación y practicante desde hace varios años de distintas técnicas meditativas: como el ‘mindfulness’ (atención plena), la ‘conciencia sin elección’ y la ‘meditación de autocompasión y bondad amorosa’.
Según García Armengol, “mantenernos mentalmente en el momento presente, con plena atención a nuestro trabajo y nuestro paciente, con una actitud de empatía, generosidad y afecto hacia sus problemas, mejora la relación entre ambos, y el resultado de los tratamientos. Esto se puede conseguir con una mente y una actitud meditativa, que se puede desarrollar con la práctica”.
Respecto de en qué momentos conviene practicar la meditación para que su influencia positiva en la práctica clínica y la atención médica sea mayor, este médico meditador señala que “meditar por las mañanas de manera formal y durante aproximadamente 20 ó 30 minutos es muy adecuado para encarar el día con energía, comprensión y ecuanimidad”.
“Intentar estar presente mentalmente en cada tarea, sin dispersión, mejora la calidad de vida y la atención profesional”, añade García Armengol.
La experiencia de este facultativo coincide con los resultados del estudio de la Universidad de Rochester, ya que -según explica García Armengol- el ‘mindfulness’ mejora la escucha a los pacientes y aumenta su efecto.
“Esta escucha se produce con una actitud amable, sin juzgar y atendiendo a sus necesidades con afecto, lo cual es una consecuencia espontánea de la práctica de la meditación”, señala a Efe este experto.
Omar R. Goncebat.
Efe Reportajes.-