Rodrigo Díaz M.
Los precios del petróleo fueron volátiles durante el 2023, y ya han bajado aproximadamente un 16% desde octubre debido a una combinación de factores, entre ellos la creciente oferta mundial y la ralentización de la demanda.
Según muchos analistas, es probable que estas tendencias continúen, lo que ejercerá una mayor presión a la baja sobre los precios de la energía en el próximo año.
Un nuevo informe de Deloitte Canada prevé que el WTI se sitúe en una media de 72 dólares el año que viene. Esto es más de un 7% por debajo de la media del 2023 y un 29% por debajo de la del 2022, cuando la invasión rusa de Ucrania disparó los precios del petróleo.
La bajada de precios debería suponer un alivio para los consumidores. El encarecimiento de la energía, especialmente de la gasolina, ha sido uno de los principales factores del aumento de la inflación.
Los precios más bajos, sin embargo, pueden ser menos bienvenidos por la industria del petróleo y el gas de Canadá. Muchas empresas canadienses cosecharon beneficios récord en el 2022 al dispararse los precios de las materias primas, y han estado trabajando para ampliar su producción ante el aumento de la demanda mundial.
Se espera que sólo Canadá proporcione alrededor de 200 mil barriles de suministro de petróleo adicional en el 2024 con un precio previsto de entre 70 y 80 dólares este año.
Para la industria canadiense, uno de los aspectos más destacados del 2024 será la prevista puesta en marcha de la ampliación del oleoducto Trans Mountain en el primer trimestre.
Sin embargo, el proyecto, que mejorará la capacidad de exportación de las petroleras canadienses, ha estado plagado de dificultades de construcción. La empresa pública que construye el proyecto sugirió recientemente que su finalización podría retrasarse hasta dos años si el organismo regulador no accede a la solicitud de la empresa de una variante del oleoducto.
Cuando el proyecto Trans Mountain entre en funcionamiento, se espera que contribuya a reducir el diferencial Western Canada Select, el descuento que las petroleras canadienses suelen aplicar a su producto, debido en parte a la falta de acceso al mercado.