, en referencia a la denuncia que presentó en 2015 contra la entonces presidenta, Cristina Fernández, días antes de aparecer muerto.
“Hay mucha gente que respalda las pruebas que hay. (…) Esto aunque me quieran matarme o sacarme del medio, ya no tiene retroceso y algunos involucrados ya lo saben y no saben cómo salir y están pidiendo salvavidas”, dijo Nisman según una conversación telefónica de agosto de 2014 con el director de la Agencia Judía de Noticias, Daniel Berliner, revelada este lunes a través de Radio Mitre.
El fiscal encabezaba la investigación del atentado contra una mutua judía en Buenos Aires que causó 85 muertos en 1994, y dio un giro cuando en enero de 2015 acusó de presunto encubrimiento, por parte de Fernández (2007-2015) y otros altos cargos de su Gobierno, de los iraníes acusados del ataque -que sigue impune-, a través de la firma de un memorándum de entendimiento con Irán en 2013.
Pocos días después fue hallado muerto en su casa -en circunstancias que aún hoy se investigan- horas antes de comparecer en el Congreso para explicar la demanda.
“Ahora tengo las pruebas y a más de uno le va a temblar el orto (culo)”, señalaba el fiscal en la conversación con Berliner.
En el audio, Nisman auguraba que su investigación terminaría “con gente presa”, ya que en su opinión había “funcionarios involucrados del Estado”.
“Esto es gravísimo. (…) Esto termina mal. (…) Es cuestión de meses”, pronosticaba el procurador.
En la comunicación coloquial con Berliner -con quien mantenía una larga amistad-, supuestamente Nisman aseveraba que no había “dudas” de que “los máximos responsables” de lo que acusaba terminarían “presos en poco tiempo”.
“Que me estén escuchando a estas alturas me chupa un huevo porque cada uno sabe lo que hizo, lo que dijo, y dónde quedó registrado. El problema lo tienen ellos, no yo”, subrayó.
“Estoy tranquilo. Los que no tienen que estar tranquilos (…) son los que hicieron estas cosas”, añadió.
En marzo de 2016, un canal de TV difundió otro audio de la supuesta última entrevista que dio el fiscal -también realizada por Berliner- en la que deseaba que todos los argentinos pudieran escuchar la prueba que tenía “entre manos”.
Nisman basaba su denuncia a la cúpula del anterior Gobierno en el acuerdo de entendimiento suscrito entre Argentina e Irán en 2013 y que, según él, implicaba encubrir a los sospechosos del ataque contra la mutua a cambio de impulsar el intercambio comercial de granos argentinos por petróleo iraní.
Aunque dicha denuncia fue archivada en mayo de 2015, fue reabierta el pasado diciembre tras varias instancias judiciales, y ahora la Justicia trabaja por determinar los alcances de la acusación formulada por el fiscal.
De su fallecimiento han transcurrido más de dos años y aún no se ha aclarado si se trató de un suicidio, un suicidio inducido o un homicidio, como sostiene la familia.
“Aunque quieran matarme, esto no tiene retroceso”, dijo Nisman según un audio
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