Rodrigo Díaz M.
El ministro de Transporte de Ontario dice que no cree en la estimación del Ayuntamiento de Toronto de que costará 48 millones de dólares eliminar los carriles para bicicletas en tres de las principales carreteras de la ciudad, pero no ha podido ofrecer una estimación propia.
El gobierno conservador progresista está tramitando por la vía rápida una ley que obligaría a los ayuntamientos a pedir permiso a la provincia para instalar carriles para bicicletas cuando eliminen un carril de circulación de vehículos.
También planea ir un paso más allá y eliminar tramos de los carriles para bicicletas de Bloor Street, Yonge Street y University Avenue y restablecerlos como carriles para el tráfico de vehículos.
La alcaldesa de Toronto, Olivia Chow, pidió al personal municipal que estudiara qué se podía hacer para contrarrestar esta medida, y la semana pasada un informe del personal concluyó que las obras para eliminar los tres carriles para bicicletas costarían más de 48 millones de dólares y probablemente sólo supondrían unos desplazamientos mínimamente más rápidos para los conductores.
El ministro de transporte provincial, Prabmeet Sarkaria, ha declarado que la provincia correrá con los gastos de supresión, pero no cree en la estimación municipal, ya que duplica el precio de la instalación inicial.
El premier de Ontario, Doug Ford, se ha quejado de que algunos carriles para bicicletas crean atascos, en particular un tramo de Bloor Street West que está a unos 10 minutos en coche de su casa, en el extremo oeste de Toronto.
La provincia ha identificado tres carreteras con unos 20 kilómetros de carriles para bicicletas, pero no ha determinado exactamente qué segmentos quiere eliminar.