Rodrigo Díaz M.
La semana pasada, Desjardins despidió a casi 400 empleados y Scotiabank anunció que recortaría el 3% de su nómina, es decir, unos 2.700 empleados.
En septiembre, el Royal Bank of Canada (RBC) llevó a cabo una ronda de recortes de empleo en sus operaciones de mercado de capitales, con planes para reducir el 2% de su personal equivalente a tiempo completo en el próximo trimestre. El banco tenía 93.753 empleados para el 31 de julio.
Pero los motivos de los despidos no son necesariamente los mismos en todas las instituciones.
Por ejemplo, Scotiabank afirma que la digitalización bancaria, la automatización, los esfuerzos de racionalización y los cambios en las preferencias de los consumidores están impulsando sus despidos. Por su parte, los recortes previstos por RBC responden a una estrategia de ahorro de costes tras el peso de los elevados gastos del tercer trimestre.
Los despidos son probablemente un efecto dominó de las agresivas subidas de las tasas de interés del Banco de Canadá. En vista de que los consumidores gastan menos, las empresas tienen unas perspectivas de ventas más débiles, por lo que han decidido ralentizar sus intenciones de empleo y recortar sus inversiones.
A pesar de los recientes despidos, no parece que estas pérdidas de empleo sean permanentes. Es un proceso cíclico, con la ralentización de la demanda, hay más posibilidades de recesión el año que viene.
Se trata más o menos de las oscilaciones normales del ciclo económico. Aunque la rentabilidad se ha visto mermada, las empresas siguen obteniendo una tasa de beneficios mayor ahora que durante todo el periodo de cinco años anterior a la pandemia, con los mayores beneficios, las empresas no necesitan necesariamente despedir trabajadores.
Tras los problemas de despido y contratación durante la pandemia, las empresas intentan ahora acumular mano de obra y no despedir hasta que sea absolutamente necesario.
En el sector bancario, factores como la subida de los tipos de interés y unos resultados del tercer trimestre poco favorables están provocando recortes de nómina.
Por ejemplo, las provisiones para deudas incobrables de Bank of Montreal (BMO) se han más que triplicado hasta alcanzar los 492 millones de dólares a finales de julio del 2023, en comparación con el 2022.
La rápida evolución del entorno bancario puede estar contribuyendo al reciente repunte de los despidos.