Los teléfonos de las organizaciones hispanas en Canadá están sonando con más frecuencia en estos días. Son llamadas de latinoamericanos que viven en los Estados Unidos, y particularmente de mexicanos, que buscan información sobre cómo inmigrar a este país por temor a las políticas migratorias de Donald Trump.
Por Oscar Vigil
TORONTO. Una de las fotos que ha dado la vuelta alrededor del mundo es la de oficiales del RCMP sonriendo y prestando ayuda a varios inmigrantes africanos que acaban de cruzar la frontera canadiense a través de un punto ciego. Es una muestra clara de las diferencias entre las políticas migratorias canadienses y las de los Estados Unidos bajo el mando de Donald Trump.
Esa es sin lugar a dudas publicidad no deseada para que más y más personas que viven de forma indocumentada en el vecino país agarren sus pocas pertenencias y se adentren en las gélidas temperaturas en busca del nuevo sueño americano: Canadá.
Y ahora, gracias a una excepción poco conocida en el acuerdo del Tercer País Seguro firmado entre los gobiernos de Canadá y los Estados Unidos en el año 2004, más y más mexicanos que actualmente viven en el vecino del sur se preparan para buscar en Canadá un lugar seguro donde vivir.
El Tratado del Tercer País Seguro establece que una persona que se siente perseguida en su país de origen o que teme por su seguridad y la de su familia debe solicitar refugio en el primer país a donde llegue. Esto significa que si llega primero a los Estados Unidos debe solicitar asilo a las autoridades estadounidenses y por tanto ya no puede hacerlo ante las autoridades canadienses, y viceversa.
Sin embargo, este acuerdo prácticamente sólo se aplica a los cruces oficiales de las fronteras terrestres, ferroviarias y aeroportuarias, por lo que, si una persona cruza la frontera por un punto ciego y repentinamente aparece en suelo canadiense, puede legalmente solicitar el estatus de refugiado.
Eso es precisamente lo que muchos inmigrantes principalmente africanos y musulmanes han estado haciendo en las últimas semanas, llegando a un número inusitado de 139 solicitantes en menos de dos meses en los alrededores de un pequeño poblado en Manitoba.
Dicho numero incluye inmigrantes provenientes de varios países latinoamericanos, quienes también han utilizado puntos ciegos en las provincias de Quebec, British Columbia y Ontario, según los informes.
Durante las últimas semanas, políticos del Partido Conservador han estado presionando insistentemente al gobierno del Primer Ministro Justin Trudeau para que ponga un alto a este flujo de refugiados, usando como lógica que si estos están llegando en medio de las inclemencias del invierno, lo que se puede esperar para la primavera y el verano es una oleada de grandes proporciones.
Hasta el momento el gobierno canadiense se ha mantenido incólume ante las presiones conservadoras y el Primer Ministro ha dicho que “una de las razones por las que Canadá sigue siendo un país abierto es porque los canadienses confían en nuestro sistema de inmigración, en la integridad de nuestras fronteras y en la ayuda que brindamos a las personas que buscan seguridad”.
“Seguiremos estableciendo ese equilibrio entre un sistema riguroso y aceptando a las personas que necesitan ayuda”, dijo Trudeau recientemente ante el Parlamento Federal.
La oleada es prácticamente inminente, según los analistas. En primer lugar, debido al cumplimiento de las promesas anti inmigrantes del presidente Trump, y en segundo lugar por la fuerte posición humanitaria adoptada por el gobierno liberal.
Pero a nivel hispano hay una razón más que podría empujar ese flujo migratorio, según Vilma Filici, catedrática de Seneca College y Consultora de Inmigración, quien explica que de hecho ya está comenzando a llegar la oleada de solicitantes mexicanos.
“Los latinoamericanos están siguiendo el modelo de los africanos y están entrando por puntos ciegos, pero últimamente también ha comenzado a llegar una alta cifra de mexicanos que viven en los Estados Unidos directamente a los puntos de entrada, debido a que cuentan con una excepción en el Tratado del Tercer País Seguro que dice que si una persona viene de un país que requiere visa para entrar a los Estados Unidos pero no requiere visa para entrar a Canadá, puede pedir refugio en el puerto de entrada, es decir cruzando por tierra hacia Canadá”, explicó.
Agregó que los ciudadanos mexicanos están usando esta excepción y han empezado a pedir refugio, “por lo que el volumen de solicitudes de refugio está aumentando exponencialmente y el temor es que el gobierno canadiense les imponga nuevamente la visa, porque en ese caso ya no gozarían de la excepción”.
La otra opción para frenar este flujo, según Filici, es cambiar el Tratado del Tercer País Seguro, “lo cual tomaría mucho tiempo y no creo que Estados Unidos esté dispuesto a cambiarlo y eliminar las excepciones dado que ellos lo que quieren es sacar a las personas del país”, explicó.
En este sentido, dijo que si las personas entran legalmente a Canadá, como es el caso de quienes tienen familiares en este país, quienes cruzan la frontera por puntos ciegos, o los mexicanos que pueden pedir refugio en los puestos fronterizos, las autoridades canadienses los tienen que dejar pasar dado que están amparados en la legislación canadiense.
CIFRA
139
Son los solicitantes de asilo que han llegado en menos de dos meses, por puntos ciegos y en medio del invierno, a la provincia de Manitoba
CITA
“Seguiremos estableciendo ese equilibrio entre un sistema riguroso y aceptando a las personas que necesitan ayuda”, dijo recientemente el Primer Ministro Justin Trudeau.