Rodrigo Díaz M.
Las autoridades somalíes pusieron fin el domingo a un ataque de extremistas islámicos que dejó 21 muertos y más de 110 heridos cuando unos hombres armados irrumpieron en un hotel de la capital.
Las fuerzas somalíes tardaron más de 30 horas en contener a los combatientes que habían irrumpido en el Hotel Hayat de Mogadiscio el viernes de la semana pasada por la noche en un asalto que comenzó con fuertes explosiones.
El ataque es el primer gran atentado terrorista en Mogadiscio desde que el nuevo líder de Somalia, Hassan Sheikh Mohamud, asumió el poder en mayo.
El asedio terminó alrededor de la medianoche del domingo, dijo el comisario de policía Abdi Hassan Hijar.
Durante el ataque, las fuerzas de seguridad rescataron a muchos civiles atrapados en el hotel, entre ellos mujeres y niños.
El ministro de sanidad, Dr. Ali Haji Adam, informó de 21 muertos y 117 heridos, con al menos 15 en estado crítico.
El grupo extremista islámico Al Shabab, vinculado a Al Qaeda, reivindicó la autoría del atentado, el último de sus frecuentes intentos de atacar lugares visitados por funcionarios del gobierno.
Al-Shabab se opone al gobierno federal y a los grupos externos que lo apoyan y sigue siendo el grupo extremista islámico más letal de África, presentando la mayor amenaza para la estabilidad política de la volátil nación africana.
La policía aún no ha dado una explicación detallada de cómo se desarrolló el ataque y sigue sin estar claro cuántos hombres armados entraron en el hotel.
Ismail Abdi, gerente del hotel, dijo a primera hora del domingo que las fuerzas de seguridad seguían trabajando para despejar la zona. El sonido de los disparos terminó a las 9 AM. Espectadores se reunieron frente a las puertas de lo que quedaba del hotel el domingo por la mañana, examinando la escena.
El anterior presidente de Somalia, Mohamed Abdullahi Mohamed, evitó cualquier enfrentamiento importante con Al Shabab. Pero Mohamud ha dicho que su gobierno tomará la ofensiva contra los miles de combatientes del grupo, con el respaldo de las fuerzas estadounidenses.
Al-Shabab denunció a través de su emisora de radio Andalus que el ataque al hotel era una respuesta a la afirmación de Mohamud de que eliminaría al grupo de Somalia.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó el ataque y dijo que la ONU apoya al pueblo de Somalia “en su lucha contra el terrorismo y su marcha hacia la paz”.
Al-Shabab se ha apoderado de más territorio en los últimos años, aprovechando las desavenencias entre el personal de seguridad somalí, así como los desacuerdos entre la sede del gobierno en Mogadiscio y los estados regionales.
Obligada a retirarse de Mogadiscio en 2011, Al Shabab está regresando lentamente de las zonas rurales a las que se retiró, desafiando la presencia de las fuerzas de paz de la Unión Africana, así como los ataques de aviones no tripulados de Estados Unidos contra sus combatientes.
A principios de mayo, los militantes terroristas atacaron una base militar de las fuerzas de paz de la Unión Africana en las afueras de Mogadiscio, matando a muchos soldados burundeses. El ataque se produjo apenas unos días antes de la votación presidencial que devolvió a Mohamud al poder cinco años después de haber sido expulsado.