El estudio fue pausado luego de que el prototipo de la vacuna produjera efectos secundarios inesperados.
Rodrigo Díaz M.
Los ensayos clínicos que prueban una posible vacuna contra el COVID-19 desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford se reanudarán tras una pausa de seis días debido a una “enfermedad potencialmente inexplicable” en el Reino Unido.
El 6 de septiembre se llevó a cabo una revisión independiente de seguridad durante lo que se denominó una “acción de rutina” para mantener la “integridad de los ensayos”. Esta revisión concluyó hoy.
En un comunicado, la Universidad de Oxford dijo que las vacunas del estudio habían sido administradas a unos 18 mil pacientes como parte del ensayo.
“En ensayos de gran tamaño como éste, se espera que algunos participantes se enfermen y cada caso debe ser evaluado cuidadosamente para asegurar una evaluación cuidadosa de la seguridad”, según el comunicado, y añadía que no podían revelar la información médica de los pacientes debido a la “confidencialidad del participante”.
El jueves, un portavoz de AstraZeneca dijo que la breve pausa se desencadenó después de que una mujer desarrollara “síntomas neurológicos severos” después de recibir la vacuna experimental contra el COVID-19.
AstraZeneca dijo que el proceso de revisión estándar de la compañía desencadenó una pausa en el estudio de la vacunación en todos los ensayos globales para permitir la revisión de los datos de seguridad por un comité independiente de revisión de seguridad, y los reguladores nacionales.
“Todas las citas de seguimiento de rutina continuaron con normalidad durante este período”, dijo la compañía sueca-inglesa.
“Estamos comprometidos con la seguridad de nuestros participantes y los más altos estándares de conducta en nuestros estudios y continuaremos monitoreando la seguridad de cerca”.
AstraZeneca está considerada como una de las varias compañías farmacéuticas que están más cerca de producir la primera vacuna viable COVID-19 del mundo.














