Rodrigo Díaz M.
Más de la mitad de los 46 millones de argentinos viven ahora en la pobreza, según nuevas cifras, lo que supone un duro golpe para los esfuerzos del presidente Javier Milei por enderezar la maltrecha economía del país.
La cifra de pobreza en los seis primeros meses de este año fue del 52,9%, frente al 41,7% del segundo semestre del 2023, según la agencia de estadísticas del país, Indec.
Desde que asumió el cargo en diciembre, Milei ha recortado drásticamente los subsidios al transporte, los combustibles y la energía, y ha despedido a miles de funcionarios, con el objetivo de reducir la inflación y el gasto público.
En agosto, la tasa de inflación anual de Argentina seguía siendo una de las más altas del mundo, con más del 230%.
Sin embargo, Milei ha conseguido frenar el desmesurado gasto público, al que se atribuye la mayor parte de los males económicos del país. Tras años de enormes déficits presupuestarios, Argentina ha registrado superávits fiscales todos los meses desde febrero.
En una conferencia de prensa, el portavoz del gobierno, Manuel Adorni, culpó a los anteriores gobiernos peronistas de izquierda de los problemas actuales. Describió el aumento de la pobreza como “una consecuencia del populismo que ha sometido a Argentina a tantos años de desgracia y devastación”.
“El gobierno heredó una situación desastrosa, la peor herencia que ha recibido un gobierno en democracia, quizás una de las peores que ha recibido un gobierno en la historia”, añadió.
La pobreza ya estaba en aumento en Argentina antes de que asumiera el gobierno de Milei. En el 2017, sólo afectaba a una cuarta parte de la población. Cuando Milei asumió la presidencia, prometió una terapia de choque, devaluando el peso en un 50% y reduciendo el número de ministerios del gobierno a la mitad.
Pero el presidente se enfrenta a una fuerte oposición, incluida la de los sindicatos, que han salido repetidamente a la calle para protestar contra su programa y su efecto sobre los derechos de los trabajadores. Además, su coalición, La Libertad Avanza, no cuenta con mayoría en el Congreso y le resulta difícil llegar a acuerdos entre partidos.
Aunque el índice de aprobación de Milei cayó entre agosto y septiembre al 40%, su gobierno sigue siendo relativamente popular entre los argentinos, con un 53%, según la encuestadora Poliarquía.