Funcionarios de Ontario siguen diciendo que la vacunación es voluntaria, pero que tomarán en consideración a aquellos que se vacunen.
Rodrigo Díaz M.
La ministra de salud de Ontario, Christine Elliott, ha asegurado que vacunarse contra el COVID-19 no será obligatorio, pero aquellos que no reciban la vacuna podrían enfrentarse a ciertas “restricciones”.
“No podemos obligar a nadie a vacunarse, pero, de todas maneras, animamos a todos los que puedan hacerlo a que lo hagan”, dijo Elliott.
“Puede haber algunas restricciones en términos de viajes u otras restricciones que puedan surgir como resultado de no haberse vacunado, pero eso va a depender de la persona para tomar esa decisión en base a lo que es más importante para ella. Nuestro deseo es que todo el mundo reciba la vacuna”.
“Constitucionalmente, no creo que podamos obligar a todas las personas a vacunarse”, dijo el premier de Ontario, Doug Ford.
“Lo que sí creo es que hay que animar a todo el mundo, a que se vacunen. Nos protegerá a todos, pero también hará que la economía avance. Va a proteger nuestro sistema de salud. Va a proteger nuestro sistema educativo”.
Ayer, el primer ministro Justin Trudeau, anunció que Canadá podría empezar a recibir dosis de la vacuna Pfizer tan pronto como la próxima semana.
Anteriormente, el gobierno había indicado que esperaba que las dosis empezaran a llegar en enero.
Health Canada está revisando en este momento vacunas de otras compañías.
La provincia proporcionó ayer más detalles sobre su plan de despliegue de vacunas, asegurando que la primera fase del plan verá a los ancianos vulnerables, a sus cuidadores y a los trabajadores de la salud entre los primeros en recibir la vacuna.
Ford dice que además de esos grupos, los adultos de las comunidades indígenas, los hogares de ancianos y los receptores de atención médica domiciliaria crónica también serán grupos prioritarios.