Rodrigo Díaz M.
Apple y Google han iniciado un gran esfuerzo conjunto para aprovechar la tecnología de los teléfonos inteligentes con el fin de contener la pandemia de COVID-19.
El nuevo software que las compañías planean agregar a los teléfonos facilitaría el uso de la tecnología inalámbrica Bluetooth para rastrear a las personas que pueden haber sido infectadas por portadores del coronavirus.
Los desarrolladores de software ya han creado aplicaciones de este tipo en países como Singapur y China para intentar contener la pandemia. En Europa, la República Checa dice que lanzará una aplicación similar este mes. Gran Bretaña, Alemania e Italia son algunos de los países que también están desarrollando este tipo de aplicaciones.
Los activistas por la privacidad y las libertades civiles han advertido que estas aplicaciones deben ser diseñadas para que los gobiernos no puedan abusar de ellas para rastrear a sus ciudadanos.
Según los expertos en seguridad, la tecnología por sí sola no puede rastrear e identificar eficazmente a las personas que pueden haber sido infectadas por portadores de COVID-19. Tales esfuerzos requerirán otras herramientas y equipos de trabajadores de la salud pública para rastrear a las personas en el mundo físico. En Corea del Sur y China, esos esfuerzos han incluido el uso de tarjetas de crédito y registros de tránsito público.
Dada la gran necesidad de un rastreo efectivo de contactos (una herramienta que los epidemiólogos han empleado durante mucho tiempo para contener los brotes de enfermedades infecciosas) las empresas pondrán en marcha sus cambios en dos fases.
En la primera, lanzarán en mayo un software que permite a las autoridades de salud pública subir aplicaciones tanto para teléfonos Android como iOS. En los próximos meses, también construirán esta funcionalidad directamente en los sistemas operativos subyacentes.
Hoy, las compañías publicaron especificaciones técnicas preliminares para el esfuerzo, que llamaron “Rastreo de contactos para preservar la privacidad”.