Rodrigo Díaz M.
General Motors (GM) Canadá ha avisado que se ha visto forzada a cerra de forma temporal una planta de producción y ensamblaje de vehículos eléctricos ubicada en Ontario y que hará un recorte del personal que trabaja en dicha planta.
Se trata de la planta CAMI en Ingersoll, Ontario, que se tendría que reinventar para responder a los cambios en la demanda.
GM confirmó que la paralización en la producción estaba “directamente ligada” con los cambios del mercado y la menor demanda de ciertos vehículos eléctricos.
Unifor, la unión que representa a los trabajadores de la planta, catalogó la decisión como “devastadora”.
“General Motors debe hacer todo lo que esté en su mano para mitigar la pérdida de puestos de trabajo durante esta recesión, y todos los niveles de gobierno deben dar un paso al frente para apoyar a los trabajadores canadienses del sector de la automoción y a los productos fabricados en Canadá”, declaró Lana Payne, presidenta nacional de Unifor.
Unifor añadió que GM les había informado que los despidos “temporales” ya han comenzado esta semana, y que algunos de estos trabajadores regresarían en mayo para trabajar en un nivel de “producción limitada”. Luego, la producción cesaría temporalmente y las operaciones permanecerían inactivas hasta octubre del 2025.
No todos los trabajadores regresarán a la planta, ya los cambios provocarán el despido indefinido de casi 500 trabajadores, según Unifor. La planta, que produce vehículos eléctricos desde el 2023 y cuenta con más de 1.200 trabajadores.
Aunque GM no lo especifica, es evidente que los cambios en la producción se producen tras el anuncio del 3 de abril de aranceles del 25% por parte de Estados Unidos sobre vehículos producidos en otros países.
Esta misma situación también provocó recientemente el cierre temporal de una planta de producción de Stellantis en Windsor, Ontario.











