Rodrigo Díaz M.
Un equipo de investigadores de la Universidad McMaster ha descubierto cómo ciertas vacunas COVID-19 pueden desencadenar una reacción de coagulación de la sangre poco frecuente, pero a veces mortal en algunos receptores.
Los hallazgos, publicados en la revista científica Nature, sugieren que algunas personas formaron anticuerpos inusuales tras recibir una vacuna de vector adenoviral, y que esos anticuerpos podrían adherirse a ciertos componentes de las plaquetas de la sangre, desencadenando la formación de coágulos.
Las vacunas COVID-19 de Oxford-AstraZeneca y Johnson & Johnson, que utilizan la tecnología de vectores adenovirales, se asocian a casos raros de trombocitopenia trombótica inmunitaria inducida por la vacuna o VITT, un trastorno de la coagulación caracterizado por un bajo nivel de plaquetas en la sangre.
“No sabemos por qué se forman estos raros anticuerpos en primer lugar, y no sabemos por qué causan coágulos de sangre en lugares inusuales, pero sí conocemos el objetivo específico del anticuerpo VITT”, dijeron los investigadores de McMaster en el estudio.
Ishac Nazy, investigador principal y autor correspondiente, dijo que algunas personas formaron anticuerpos VITT tras ser vacunadas con las vacunas adenovirales. Esos anticuerpos inusuales se unieron entonces a una proteína plaquetaria de la sangre llamada factor plaquetario 4 (PF4) “en una orientación muy única y específica”.
Los anticuerpos agrupan las proteínas PF4 para formar complejos inmunes, que se unen y activan las plaquetas y conducen a “un círculo vicioso que se autoperpetúa de eventos de coagulación”, dijo Nazy en un comunicado.
El equipo de investigación utilizó una técnica de mapeo molecular para estudiar la interacción entre los anticuerpos VITT y la proteína PF4, encontrando la ubicación precisa en la PF4 donde se unían los anticuerpos VITT.
El estudio también comparó muestras de sangre de cinco pacientes con VITT con 10 con una condición de coagulación similar conocida como trombocitopenia inducida por heparina, o HIT, y encontró patrones de activación plaquetaria que eran distintos a los de las muestras de los pacientes con HIT. Esto indica que las pruebas utilizadas para diagnosticar la HIT no son adecuadas para diagnosticar la VITT, según el estudio.
El estudio también descubrió que los anticuerpos del VITT podían unirse “muy fuertemente al PF4, más fuertemente que los anticuerpos del HIT”.
Se ha descubierto que la VITT se produce en uno de cada 60 mil receptores de la vacuna de AstraZeneca en Canadá.
El Comité Consultivo Nacional de Inmunización de Canadá recomendó el mes pasado que las provincias dejaran de administrar la vacuna de AstraZeneca en la mayoría de los casos, y añadió que prefería que quienes recibieran las primeras dosis de AstraZeneca recibieran una vacuna de ARNm de Pfizer-BioNTech o Moderna para completar su serie de dos dosis. En junio, la tasa estimada de desarrollo de VITT después de una segunda dosis era de una entre 600 mil.