Rodrigo Díaz M.
Los aranceles de Donald Trump contra Canadá aún no se han materializado del todo, pero sin duda pondrán presión cobre la economía canadiense, pero este no es el final de la historia.
Varias ciudades estadounidenses también se verían afectadas y, por irónico que parezca, varias de las ciudades estadounidenses más vulnerables a una guerra comercial con Canadá están ubicadas en estados que apoyaron la reelección de Donald Trump en las elecciones federales de noviembre.
La Cámara de Comercio de Canadá publicó recientemente un nuevo análisis en el que profundiza en cuales son las ciudades estadounidenses más dependientes de las exportaciones provenientes de Canadá.
Según el análisis, alrededor de la mitad de las exportaciones de San Antonio van hacia Canadá. De igual manera, casi el 40% de las exportaciones de la zona de Detroit, impulsada por el sector automovilístico, van en la misma dirección, hacia el norte.
Los estados de Michigan, Pensilvania y Wisconsin, que fueron pilares en las elecciones federales para Trump, y Milwaukee y Pittsburgh, también se han categorizad entre las 10 ciudades más expuestas a consecuencias económicas negativas producto de una guerra comercial con Canadá.
El análisis también destaca otras ciudades que se verían afectadas de manera importante. Entre estas están: Kansas City (Misuri), Louisville (Kentucky), Nashville (Tennessee), Columbus (Ohio), Chicago y Cleveland. De nuevo, en todos estos estados, excepto en Illinois, Trump gozó de apoyo mayoritario durante las elecciones de noviembre.
El presidente de los Estados Unidos ha impuesto aranceles del 25% a muchos productos procedentes de México y Canadá, con un arancel alternativo más bajo del 10% solo para los productos energéticos procedentes de Canadá. Algunos de esos aranceles se han suspendido o retrasado, aunque está previsto que se activen en su totalidad durante este mes. Trump ha defendido constantemente su decisión escudándose en que estas medidas detendrían la inmigración ilegal y el contrabando de drogas. También ha declarado que muchos de los socios comerciales históricos de los Estados Unidos no han sido “justos” en los acuerdos y que les habrían “estafado durante décadas”.