Lo que se necesita es más educación para las personas, y que los actores sociales trabajen en conjunto, dice consejero Luis Carrillo
De nuestra redacción
TORONTO. El alcalde de Toronto, John Tory, ha incrementado su llamado para que se prohíba el porte de armas de fuego en toda la ciudad, en el momento en que el ministro federal de Seguridad Fronteriza y Reducción del Crimen Organizado, Bill Blair, contempla la posibilidad de que se vete el uso de armas de fuego y de asalto, como parte de la política del gobierno liberal.
Para lograr ese objetivo, el mes pasado fue abierta una página de internet para que los residentes de esta ciudad enviaran sus sugerencias sobre el veto, a lo cual Tory motivó a los habitantes de esta ciudad para que participaran en el proceso, destacando que confiaba en que la prohibición reduzca la violencia armada en las ciudades de Canadá.
“Sabemos que la mayoría de los moradores de Toronto apoya una prohibición sobre el porte de armas. Es importante que sus voces sean escuchadas en momentos en que el gobierno federal está dando pasos para salvar vidas”, expresó el alcalde, quien el pasado 22 de octubre ganó la reelección para un nuevo período de cuatro años al frente del gobierno municipal.
“Vemos que hay un aumento de la violencia armada a lo largo de Canadá, que abarca a Toronto. Tenemos que hacer lo posible para limitar el acceso a las armas, que incluye el tráfico desde Estados Unidos a través de la frontera”, agregó.
Tory empezó a abogar por la prohibición de las armas tras las mortales balaceras que plagaron a la ciudad el verano pasado, y en agosto envió una carta al primer ministro Justin Trudeau solicitando que actualice la legislación para vetar la venta de armas de fuego en Toronto.
Luis Carrillo, consejero hispano que durante muchos años ha estado trabajando con jóvenes en riesgo, asegura que la ciudad no necesariamente está enfrentando una ola de violencia generalizada, sino que mas bien es una especie de violencia específica dirigida exactamente hacia personas específicas.
“Esta proviene de lo que en inglés se denominan ‘money making enterprisers’, que son grupos de emprendedores para hacer dinero, no son necesariamente pandillas que defienden sus territorios, sino que están haciendo dinero, y cuando alguien se les mete en el negocio tratan de sacarlo”.
Según la información que el posee, las armas que se usan en las acciones de violencia en Toronto provienen en su mayoría de los Estados Unidos, mientras que otras son robadas a las personas que poseen sus permisos correspondientes y que tienen armas en sus casas.
Pero también en el mercado circulan ‘armas de alquiler’, agrega. “Es decir que las tiene alguien y las alquila a delincuentes que van a hacer alguna acción y después las devuelven. Estas armas vienen incluso con una cinta especial para que no queden marcadas las huellas digitales”, explica.
En este sentido, Carillo dice apoyar las acciones que está tratando de tomar el gobierno federal y el llamado que hace el alcalde de Toronto.
“Me parece que es correcta la posición de que se veten las armas. La portación de armas es ilegal, siempre ha sido ilegal cargar armas, a menos de que alguien tenga permiso, pero eso es raro. Siempre ha sido ilegal, entonces esto lo que haría es ponerle el punto en la “i” en lo legal”, acota.
No obstante, agrega que más allá de aprobar esta legislación, lo que se necesita para combatir la violencia es “más educación para las personas, y que los actores sociales que intervienen en la vida de los jóvenes trabajen en conjunto, como es el sistema de educación, de justicia, la policía, y que el gobierno cree programas de emprendedores, de apoyo a quienes quieren crear proyectos sostenibles”.
Se espera que en los próximos meses el gobierno federal analice y ponga en práctica las sugerencias de los canadienses para limitar el uso de armas de fuego en todo el país.