Con la llegada de las vacaciones de invierno, muchos padres se preguntan cómo mantener a los niños entretenidos, activos y felices dentro de casa, especialmente durante los días más fríos. Aunque el clima limite algunas actividades al aire libre, esta temporada ofrece una oportunidad maravillosa para fortalecer la creatividad y la convivencia familiar.
Una opción accesible es crear “zonas de imaginación” dentro del hogar. Puede ser una mesa para manualidades, un rincón de lectura o un espacio para construir con bloques, cajas o telas. Los niños disfrutan cuando se les permite inventar y explorar sin estructuras rígidas.
El invierno también es perfecto para iniciar proyectos familiares: armar rompecabezas, cocinar juntos, escribir un cuento o inventar un juego de mesa casero. El movimiento también es importante. Actividades simples como bailes, juegos de equilibrio, circuitos improvisados o búsquedas del tesoro pueden mantener a los niños activos sin necesidad de salir.
Y para los momentos de calma, ver películas, colorear o escuchar audiocuentos se convierten en experiencias reconfortantes. Por último, es recomendable mantener una pequeña rutina: horarios flexibles pero establecidos para dormir, comer y jugar. Esto ayuda a los niños a sentirse seguros y previene el aburrimiento excesivo.
Las vacaciones de invierno no necesitan ser complicadas. Con imaginación, paciencia y actividades sencillas, se transforman en un tiempo valioso para conectar, aprender y disfrutar en familia.











