Canadá anunció un nuevo paquete de ayuda militar valuado en más de $200 millones para Ucrania, en un momento clave para la alianza occidental y mientras continúa la presión diplomática sobre Kyiv para aceptar un plan de paz liderado por Estados Unidos que, según diversos analistas, favorecería a Moscú. La declaración fue realizada durante la reunión de ministros de Relaciones Exteriores de la OTAN en Bruselas, donde participó la canciller canadiense Anita Anand.
El financiamiento se canalizará a través del mecanismo Prioritized Ukraine Requirements List (PURL), creado tras la cumbre de la OTAN en La Haya y promovido por la administración Trump para coordinar y priorizar las necesidades militares más urgentes de Ucrania. Esta es la segunda vez que Canadá contribuye mediante este sistema: en agosto, Ottawa destinó aproximadamente $680 millones en equipos adquiridos bajo el mismo esquema.
El mecanismo PURL funciona de manera directa: Ucrania identifica mensualmente sus requerimientos críticos —como sistemas de defensa aérea, municiones de artillería y equipamiento especializado— y estos son evaluados y aprobados por la OTAN. Luego, las compras se realizan a fabricantes estadounidenses o, en algunos casos, desde inventarios ya existentes dentro de Estados Unidos.
Además del nuevo paquete militar, Anand anunció $35 millones adicionales en asistencia no letal, destinados a apoyo logístico, suministros y equipos de protección. Según la canciller, la contribución canadiense responde a la necesidad de sostener la resistencia ucraniana frente a la ofensiva rusa que está por cumplir cuatro años.
Presiones diplomáticas y un plan de paz con recepción fría en Moscú
El anuncio ocurre en paralelo a una creciente presión de Estados Unidos para avanzar un acuerdo que ponga fin a la guerra, iniciativa que ha generado tensiones entre los aliados. Diversos observadores sostienen que el plan obligaría a Ucrania a aceptar concesiones territoriales, una propuesta rechazada tanto por Kyiv como por varios miembros de la OTAN.
A esta tensión se sumó una reunión de alto perfil en Moscú: el enviado especial del presidente Trump, Steve Witkoff, acompañado por Jared Kushner, sostuvo conversaciones con el presidente ruso Vladimir Putin. Según autoridades rusas, el diálogo fue “constructivo”, aunque admitieron que no hubo avances en torno a ceder territorios ucranianos, uno de los puntos centrales del debate.
Mientras tanto, Ottawa insiste en que su apoyo a Ucrania es parte de un esfuerzo coordinado para garantizar la estabilidad europea y responder a una agresión que ha devastado ciudades enteras y desplazado a millones de personas. Funcionarios canadienses reiteraron que la ayuda militar sigue siendo indispensable ante una guerra que, lejos de aminorar, continúa exigiendo recursos considerables.
Un compromiso sostenido pero desafiante
La contribución canadiense se suma a miles de millones en asistencia militar y humanitaria otorgados desde 2022. Sin embargo, la discusión interna sobre el costo y la duración del apoyo continúa creciendo, especialmente ante las presiones presupuestarias en Canadá y la incertidumbre política en Estados Unidos.
Aun así, el gobierno canadiense sostiene que invertir en la defensa ucraniana es invertir en la seguridad global. Según Anand, “el compromiso con Ucrania sigue siendo tan firme como el primer día”.











