La alcaldesa de Toronto, Olivia Chow, presentó una nueva propuesta fiscal destinada a incrementar los ingresos municipales mediante un aumento al impuesto de transferencia de tierras aplicado a las ventas de viviendas de alto valor. La medida llega mientras la ciudad prepara el presupuesto 2026 y en un contexto de presiones financieras crecientes.
El plan establece incrementos para propiedades vendidas por $3 millones o más, con tasas más altas para las viviendas más costosas. Según la carta que Chow envió a su comité ejecutivo, el objetivo es claro:
“Desplazar el costo de financiar nuestra ciudad hacia quienes pueden permitírselo más”.
Si el consejo municipal aprueba la propuesta, el impuesto adicional para viviendas entre $3 y $4 millones subiría del 3.5 % al 4.4 %. Hoy en día, el comprador de una casa de $3 millones paga aproximadamente $61,000 solo en impuesto municipal de transferencia de tierras. Con el ajuste, los compradores de propiedades en ese rango enfrentarían un incremento significativo.
Para viviendas aún más costosas, los aumentos serían mayores. Las casas valoradas en $20 millones o más pasarían a enfrentar una tasa de 8.6 %, un aumento de 1.1 % frente a la tasa vigente. En total, la administración proyecta que el impuesto a los inmuebles de lujo recaudaría $152 millones en 2026, casi $14 millones más que este año.
Un impuesto que afecta a una minoría, según la alcaldía
Chow subrayó que el impacto sería limitado y afectaría a una fracción pequeña del mercado inmobiliario.
En 2024, solo 1,164 transacciones —aproximadamente el 2 % del total de ventas— quedaron bajo la categoría de propiedades de lujo, lo que equivale a apenas 0.5 % de los residentes.
“Realmente no es una cantidad enorme de personas”, afirmó Chow en conferencia de prensa. “El otro 98 % de quienes compran viviendas no verían ningún impacto”.
Los fondos adicionales apoyarían programas ya implementados por la alcaldía, como la iniciativa de alimentación escolar universal y la congelación de tarifas del TTC.
Un riesgo financiero en tiempos de desaceleración
A pesar de las potenciales ganancias, algunos expertos advierten que depender demasiado de impuestos relacionados con el mercado inmobiliario podría dejar al municipio expuesto a ciclos económicos adversos. El informe financiero más reciente señala que Toronto ha enfrentado una caída drástica en los ingresos por development charges, que históricamente financian infraestructura municipal.
Mientras en años anteriores esas tarifas generaban cientos de millones, en 2025 solo se esperan $120 millones, una cifra considerada “en riesgo” por el jefe financiero de la ciudad debido al bajo ritmo de construcción.
Chow, sin embargo, sostuvo que las ventas de propiedades de lujo no han sufrido la misma desaceleración:
“Las casas de lujo siguen vendiéndose. A diferencia del mercado general, que cayó alrededor del 15 %, este segmento se ha mantenido estable”.
Críticas desde el sector inmobiliario y de la construcción
Voces del sector inmobiliario expresaron su rechazo.
Elechia Barry-Sproule, presidenta del Toronto Regional Real Estate Board of Trade, afirmó que aumentar los impuestos a las propiedades caras “limita la oferta de viviendas de recambio y agrega obstáculos al mercado”, empujando a compradores adinerados a competir por propiedades más económicas.
Richard Lyall, presidente del Residential Construction Council of Ontario, añadió que subir impuestos en plena crisis de vivienda “no tiene sentido”, aunque reconoció que el impacto directo sería limitado debido al pequeño número de











