La economía de Canadá sorprendió positivamente al crecer a una tasa anualizada del 2.6% durante el tercer trimestre del año, superando ampliamente las previsiones del Banco de Canadá y de analistas económicos, quienes estimaban un modesto avance del 0.5%. Según informó Statistics Canada, este repunte permitió al país evitar una recesión, tras la contracción registrada en el segundo trimestre.
El impulso principal provino de la mejoría en la balanza comercial, con un aumento de las exportaciones y, sobre todo, una caída pronunciada en las importaciones. Esta combinación fortaleció el componente neto de comercio exterior, lo cual explica buena parte del robusto resultado general. El informe también señala un incremento en el gasto de capital por parte de los gobiernos, mientras que la inversión empresarial se mantuvo prácticamente estancada.
Douglas Porter, economista en jefe del Bank of Montreal, calificó la cifra como “un resultado agradablemente sorprendente”, aunque advirtió que el crecimiento se sostiene más en factores externos que en una expansión sólida del consumo interno. “El gran motor aquí fue el fuerte repunte del comercio neto, impulsado más por una caída del 8.6% en las importaciones que por un crecimiento del 0.7% en las exportaciones”, explicó.
A pesar del optimismo inicial, los datos adelantados indican que el impulso podría estar agotándose. La estimación preliminar para octubre apunta a una caída del 0.3% en el PIB mensual, lo que sugiere que el regreso al crecimiento podría haber sido breve. Según Bradley Saunders, economista de Capital Economics, esto deja a Canadá “en camino a quedar por debajo” del pronóstico de crecimiento anualizado del 1% planteado por el Banco de Canadá.
El banco central, que recortó su tasa de interés de referencia a 2.25% en octubre, ha insinuado que podría pausar futuros recortes si la economía evoluciona conforme a sus expectativas. Katherine Judge, economista del CIBC, anticipa que el Banco de Canadá se mantendrá estable en diciembre, aunque advierte que la demanda interna “no muestra señales alentadoras” y que las exportaciones todavía no se recuperan plenamente del impacto arancelario sufrido en el segundo trimestre.
A nivel sectorial, las importaciones de bienes y servicios cayeron un 2.2%, mientras las exportaciones aumentaron un 0.2%. También se observó un alza del 2.9% en el gasto de capital gubernamental, impulsado especialmente por mayores inversiones en sistemas de defensa. La inversión residencial repuntó gracias al aumento en la reventa de viviendas, aunque la construcción de nuevas propiedades cayó un 0.8%.
El trimestre también estuvo marcado por un incremento del 2.5% en los ingresos corporativos, principalmente en sectores como energía, minería y manufactura. En contraste, el gasto de los hogares disminuyó un 0.1%, debido a una baja en la compra de vehículos, aunque se vio compensado por mayores gastos en alquiler y servicios financieros. La tasa de ahorro de los hogares aumentó ligeramente, ya que la renta disponible creció más rápido que el gasto.
Con este panorama mixto, los economistas coinciden en que la economía canadiense se mantiene estable, pero vulnerable.














