La alianza de países productores de petróleo conocida como OPEC decidió mantener sin cambios su nivel actual de producción mientras evalúa la evolución de la capacidad global para los próximos meses. Según fuentes cercanas a las discusiones, los miembros consideran que la oferta disponible es adecuada para las condiciones actuales del mercado, y que por ahora no es necesario introducir un nuevo recorte.
La medida llega en un contexto en el que las proyecciones para 2025–2026 anticipan un crecimiento moderado de la demanda de petróleo. En este escenario, la OPEC prefiere evitar movimientos bruscos y optar por la estabilidad, con la intención de conservar precios que permitan márgenes razonables sin generar volatilidad innecesaria.
Analistas señalan que esta postura también responde a preocupaciones más amplias: un aumento inesperado de la demanda o alguna interrupción en la oferta global podría alterar el equilibrio del mercado. Al mantener la producción sin cambios, el grupo busca ganar tiempo mientras monitorea el comportamiento del consumo y las tensiones geopolíticas.
Para los países importadores, esta estrategia significa que deberán estar preparados para variaciones de precio y condiciones más ajustadas si la oferta global no crece al ritmo esperado. En conjunto, la OPEC+ apuesta por la prudencia en un panorama energético mundial aún marcado por la incertidumbre.











