Cientos de miles de venezolanos en Estados Unidos perdieron este viernes su Estatus de Protección Temporal (TPS), una medida que desde 2021 les permitía residir y trabajar legalmente en el país. La decisión, tomada por el Departamento de Seguridad Nacional tras una orden de la Corte Suprema, afecta a unos 268,000 venezolanos beneficiados bajo la designación original otorgada por la administración Biden. El gobierno argumentó que Venezuela ya no cumple con las condiciones necesarias para mantener el estatus, citando una reducción de la hiperinflación y un aumento en la producción petrolera.
Sin embargo, organizaciones de derechos humanos y líderes opositores venezolanos advirtieron que el país sigue siendo inseguro debido a la represión política, la falta de servicios básicos y la crisis humanitaria. La medida deja a miles de inmigrantes sin estatus legal ni permiso de trabajo, muchos de ellos con solicitudes de asilo pendientes o casos cerrados al obtener el TPS. Quienes no tengan otra vía migratoria podrían ser detenidos o deportados, incluso aquellos con años de residencia en Estados Unidos.
El impacto se sentirá con fuerza en Florida, donde residen cerca de 230,000 venezolanos amparados por el TPS. El presidente de EEUU, Donald Trump, que durante su campaña, ganada con votos importantes de la comunidad latina, entre ellos los venezolanos, prometió mantener una política de “máxima presión” contra Nicolás Maduro, enfrenta críticas tras las declaraciones de su secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem a principios de año diciendo que Venezuela es ahora un país seguro, “al cual todos los exiliados deben regresar, en vuelos de deportación si es necesario.”
Más de doscientos cincuenta mil venezolanos pierden protección migratoria en EEUU.
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