Los Toronto Blue Jays se quedaron a dos outs de conquistar su primer título de Serie Mundial desde 1993, pero un cuadrangular solitario de Miguel Rojas en la novena entrada cambió el destino del partido. Los Dodgers de Los Ángeles aprovecharon la oportunidad y se impusieron 5-4 en el undécimo inning, repitiendo como campeones y dejando al Rogers Centre en un silencio devastador tras una noche que había comenzado con euforia.
El cerrador Jeff Hoffman asumió la responsabilidad tras permitir el batazo que empató el encuentro. “Costé a todos un anillo de Serie Mundial”, dijo visiblemente afectado. Aun así, el equipo mostró unidad: George Springer y Vladimir Guerrero Jr. destacaron el orgullo por la temporada y la fortaleza del grupo. “Nos dolerá por días, pero aprendimos mucho y volveremos más fuertes”, aseguró Guerrero, emocionado hasta las lágrimas en el dugout.
Fuera del estadio, miles de fanáticos compartieron la tristeza y el orgullo por un equipo que unió a todo Canadá. La alcaldesa Olivia Chow y el primer ministro Mark Carney felicitaron al equipo por su entrega, mientras los jugadores prometen regresar por el título en 2026. A pesar del desenlace, Toronto cierra una temporada histórica que devolvió la ilusión al béisbol canadiense.
Dolor y orgullo en Toronto: los Blue Jays pierden una Serie Mundial inolvidable
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