Hablar de salud mental es cada vez más urgente en nuestra sociedad, especialmente entre los jóvenes. En el caso de los hijos de familias inmigrantes hispanas en Canadá, la identidad cultural juega un papel decisivo en su bienestar emocional, en la forma en que se ven a sí mismos y en cómo enfrentan los desafíos de crecer en un país con múltiples culturas.
Desafíos en la construcción de identidad
Los jóvenes inmigrantes o hijos de inmigrantes suelen vivir entre dos mundos: el hogar, donde predominan los valores, idioma y tradiciones de sus padres, y la escuela o el entorno social, donde el inglés o el francés y las costumbres canadienses marcan la pauta. Este “puente” puede ser enriquecedor, pero también genera tensiones internas.
Algunos adolescentes sienten la presión de “encajar” dejando de lado el español o ciertos hábitos familiares, mientras que otros pueden sentirse incomprendidos por no vivir exactamente las experiencias de sus pares canadienses.
Orgullo cultural como factor protector
Diversos estudios han mostrado que un sentido fuerte de identidad cultural actúa como un factor protector frente a problemas de ansiedad, depresión o aislamiento. Cuando los jóvenes hispanos valoran su herencia, se sienten parte de una historia colectiva y desarrollan mayor resiliencia frente a la discriminación o los estereotipos.
Celebrar el Mes de la Herencia Hispana, mantener el idioma, la música y las tradiciones familiares, e incluso compartir historias de los abuelos, ayuda a que los jóvenes comprendan que su identidad es una fortaleza, no un obstáculo.
El papel de la familia y la comunidad
La familia es el espacio donde se siembra este orgullo cultural. Conversaciones abiertas, reconocimiento de los logros de los hijos y la enseñanza del idioma español son herramientas poderosas. Además, la comunidad hispana en Canadá ofrece programas de mentoría, actividades artísticas y espacios de participación que fortalecen el sentido de pertenencia.
Las escuelas y universidades también pueden ser aliadas importantes. Cuando los jóvenes ven representada su cultura en actividades escolares, literatura o eventos, se sienten más valorados y seguros de sí mismos.
Desafíos de salud mental
Sin embargo, no se puede ignorar que muchos jóvenes enfrentan barreras para acceder a servicios de salud mental. El estigma cultural, la falta de profesionales que hablen español y las dificultades económicas pueden limitar la búsqueda de ayuda. De ahí la importancia de promover campañas de concientización y programas de apoyo accesibles para familias hispanas.
Construyendo un futuro más inclusivo
La salud mental de los jóvenes hispanos no depende solo de su resiliencia personal, sino también de un entorno que los incluya y los respete. Políticas públicas que fomenten el acceso equitativo a la educación, la vivienda y los servicios de salud son esenciales para que estos jóvenes crezcan con confianza y esperanza.
Conclusión
El orgullo cultural no es solo un recuerdo del pasado; es un recurso vital para el presente y el futuro. Para los jóvenes hispanos en Canadá, abrazar sus raíces y sentirse parte de una comunidad los ayuda a enfrentar mejor los retos de la adolescencia y la vida adulta.
En tiempos de incertidumbre, su identidad se convierte en una brújula que los guía hacia un futuro donde ser hispano-canadiense es sinónimo de fortaleza y resiliencia.











