Toronto abrió la Serie Mundial con una contundente victoria 11-4 sobre Los Angeles Dodgers, en un partido que reflejó el plan de juego que los Blue Jays han ejecutado toda la postemporada: solidez del pitcheo abridor, disciplina ofensiva y producción oportuna ante el bullpen rival. Trey Yesavage, en su debut en una Serie Mundial, limitó el daño a dos carreras en cuatro entradas, mientras la ofensiva local castigó a Blake Snell con largos turnos y lo obligó a salir temprano. El relevo de los Dodgers no pudo contener a una alineación que, desde el cuarto episodio, mostró paciencia y contacto constante.
El rally decisivo llegó en el sexto inning, cuando Toronto fabricó nueve carreras, la cifra más alta en una entrada de Serie Mundial desde 1968. Addison Barger, quien entró como bateador emergente, conectó un grand slam histórico (el primero de este tipo en la historia del clásico de otoño) para abrir el marcador de manera definitiva. Bo Bichette, Alejandro Kirk y Daulton Varsho fueron claves en los turnos previos, extendiendo conteos y manteniendo el tráfico en las bases. Kirk también aportó un cuadrangular de dos carreras más adelante en el inning, lo que permitió a los Azulejos administrar su bullpen y reservar a sus relevistas principales para el segundo encuentro.
Con este resultado, los Blue Jays tomaron ventaja de 1-0 en la serie y registraron su primera victoria en un juego de Serie Mundial desde 1993. El equipo canadiense mostró la misma estrategia que lo llevó hasta esta instancia: rotación joven con capacidad de ajuste y un orden al bate que produce desde cualquier parte del lineup. Kevin Gausman está programado para abrir el segundo juego en el Rogers Centre, mientras la novena de John Schneider busca mantener el impulso ante una ofensiva de los Dodgers que no pudo responder en los momentos clave.
Blue Jays logran primera victoria en serie mundial ante los Dodgers
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