El Colegio de Enfermeras y Parteras de British Columbia (B.C. College of Nurses and Midwives) suspendió por un mes a la enfermera Amy Hamm y le ordenó pagar casi 94,000 dólares en costos, al determinar que incurrió en una falta profesional por publicar, entre julio de 2018 y marzo de 2021, declaraciones consideradas discriminatorias y despectivas hacia personas trans en diversas redes sociales. La resolución señala que parte de esos mensajes buscaban provocar miedo, además de demostrar desprecio e indignación contra la comunidad trans.
Hamm apeló la medida ante la Corte Suprema de B.C., por lo que la sanción y el pago quedan en pausa hasta que se resuelva el recurso. La entidad judicial subrayó en su notificación que enfermeras y parteras “ocupan un rol de confianza e influencia” en las personas, y que garantizar una atención de salud no-discriminatoria es parte central de su mandato de protección pública.
En British Columbia (y en todo Canadá) existen protecciones legales contra la discriminación por identidad o expresión de género: el Código de Derechos Humanos de dicha provincia fue actualizado en 2016 y la normativa federal al año siguiente. El Justice Centre for Constitutional Freedoms afirmó en un comunicado que Hamm fue sancionada por defender el acceso de mujeres a espacios exclusivos y anunció dos quejas ante el Tribunal de Derechos Humanos de B.C. La defensa legal de la acusada sostiene que el panel incurrió en errores de hecho y de derecho y que las opiniones de su clienta se enmarcan en un contexto de libertad de expresión.
Hamm, con más de 13 años de experiencia, ha tenido apoyo de múltiples seguidores en redes sociales y ha participado en campañas públicas vinculadas al debate sobre sexo y género, mientras el proceso disciplinario continúa en instancias judiciales.











