El Parlamento de Canadá aprobó el pasado viernes una reforma legislativa que extiende por tres años la prohibición de compra de viviendas por parte de extranjeros no residentes. La medida, que inicialmente fue implementada en 2023, busca controlar la especulación inmobiliaria en ciudades como Toronto y Vancouver, donde los precios de la vivienda se han disparado.
El proyecto fue respaldado por el gobierno federal y obtuvo apoyo bipartidista, en medio de una creciente presión ciudadana por el acceso a la vivienda asequible. La reforma incluye excepciones para refugiados, residentes permanentes y trabajadores temporales con contratos superiores a 183 días.
Según el Ministerio de Finanzas, el impacto de la medida ha sido visible desde su implementación, con una estabilización de los precios en algunas zonas urbanas. Sin embargo, organizaciones de bienes raíces advierten que también podría ahuyentar inversiones legítimas en el país.
El gobierno reiteró que esta medida es parte de un enfoque más amplio que incluye incentivos a la construcción de viviendas asequibles y apoyo a compradores primerizos.
Canadá aprueba reforma para limitar compra de propiedades por extranjeros
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