Muchas personas padecen sequedad en las manos durante todo el año, ya sea en los meses más fríos o cuando pasamos más tiempo lavándonos y limpiando. Pero si tiene síntomas que no desaparecen, podría ser un síntoma de eccema.
Aunque el eccema crónico de las manos (CHE) y la dermatitis atópica (AD) son dos formas de eccema, tienen características, síntomas, desencadenantes y opciones de tratamiento distintos. Comprender estas diferencias es fundamental para un diagnóstico adecuado y una atención especializada.
Zonas más afectadas
-CHE: Afecta principalmente a las manos, causando molestias importantes y afectando a las actividades diarias.
AD: Afecta comúnmente a la cara, el cuello, la parte interior de los codos y las rodillas, pero puede aparecer en cualquier parte del cuerpo.
Síntomas
CHE: Los síntomas incluyen sequedad severa, enrojecimiento, picazón y grietas dolorosas o ampollas en las manos.
AD: Los síntomas incluyen piel seca, inflamada y con picazón, a menudo acompañada de supuración o costras.
Causantes
CHE: Los causantes comunes incluyen el lavado frecuente de las manos, la exposición a irritantes (como jabones y detergentes) y el contacto con alérgenos.
AD: Los causantes pueden incluir alérgenos (como el polen, los ácaros del polvo y la caspa de las mascotas), el estrés y los cambios en el clima o la humedad.
Una encuesta reciente de Leger reveló que solo el 18% de los canadienses sabe que el eccema crónico de las manos es diferente de otras formas de eccema. Esta falta de conocimiento puede dar lugar a diagnósticos erróneos y a un tratamiento inadecuado.
Al comprender las diferencias entre las distintas formas de eccema, los pacientes pueden buscar el tratamiento adecuado y mejorar su calidad de vida. Si presenta síntomas, consulte a un profesional sanitario cualificado para obtener más información sobre las opciones disponibles.
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