Rodrigo Díaz M.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció la firma de un nuevo acuerdo comercial con el Reino Unido que reducirá considerablemente los aranceles sobre dicha nación.
La reducción de estos aranceles afectarán a los automóviles, el acero y el aluminio del Reino Unido. A cambio, el Reino Unido comprará más carne de vacuno y etanol estadounidenses y agilizará sus trámites aduaneros para los productos procedentes de Estados Unidos.
Cabe destacar que los aranceles básicos del 10% de Trump sobre los productos británicos se mantendrán activos.
El anuncio supuso una victoria política para el primer ministro británico, Keir Starmer, y validó en cierta medida las afirmaciones de Trump de que su turbulenta estrategia comercial podría estabilizar la economía mundial en los términos que él desea.
El presidente estadounidense elogió el acuerdo ante los periodistas en el Despacho Oval, aunque los detalles siguen sin estar claros a pesar de sus declaraciones previas de que se había firmado un acuerdo completo.
Las autoridades británicas afirmaron que los aranceles de Trump sobre los automóviles pasarían del 27,5% al 10% sobre un contingente de 100 mil vehículos y que los impuestos a la importación de acero y aluminio pasarían del 25% a cero. Starmer afirmó que el Reino Unido mantendría sus normas de salud y seguridad en los productos alimenticios.
El gobierno británico también afirmó que reduciría los aranceles sobre 2.500 productos estadounidenses, como el aceite de oliva, el vino y equipación deportiva, lo que supondría una reducción del tipo arancelario promedio del 1,8%.
Incluso antes de la campaña arancelaria de Trump, Estados Unidos y el Reino Unido llevan tiempo tratando de alcanzar un acuerdo comercial bilateral desde que el pueblo británico votó en el 2016 a favor de abandonar la Unión Europea, lo que permite al país negociar de forma independiente del resto del continente.











