Rodrigo Díaz M.
Una de las universidades más grandes de Canadá ha suspendido las nuevas admisiones a 18 programas este otoño ante la disminución de la matrícula y un déficit multimillonario.
A partir de septiembre, la Universidad de York pondrá una pausa a la admisión de nuevos estudiantes en la mayoría de las carreras de idiomas y humanidades, desde títulos de español e italiano hasta estudios indígenas, judíos, de género y de la mujer, una medida que, según algunos profesores, va en contra de la misión y los valores de York y amenaza el futuro de los cursos que ofrecen perspectivas más amplias del mundo.
El portavoz de la universidad, Yanni Dagonas, confirmó ayer que la institución de educación superior estaba tomando medidas para “lograr la sostenibilidad financiera a la luz de las inesperadas orientaciones políticas a nivel provincial y federal que afectan a la educación superior”, y que los programas identificados “han mostrado una baja matriculación”.
“La suspensión temporal de la admisión a un programa permitirá a los colegas de la facultad disponer del tiempo necesario para revisar y mejorar la oferta de programas y desarrollar planes para ofrecer el programa de forma sostenible”, dijo Dagonas, que no proporcionó datos sobre el número de estudiantes afectados.
Las instituciones de educación superior de Ontario han estado recortando programas y personal mientras atraviesan una crisis financiera provocada por una combinación de años de estancamiento de la financiación provincial, una congelación de las matrículas y un límite federal para los estudiantes internacionales que ha provocado una caída de las matrículas y los ingresos.
La Universidad de York, que se enfrenta a un déficit presupuestario operativo actual de 132 millones de dólares, tiene 46.782 estudiantes de grado (y 6.349 estudiantes de posgrado), un 5,8% menos que en 2018-19. La matrícula de estudiantes internacionales de primer año disminuyó un 16% el pasado septiembre en comparación con el otoño del 2023.
Dagonas explicó que York tomó las medidas en parte para abordar un informe del Auditor General de Ontario del 2023, que entre sus conclusiones concluyó que la universidad “seguía ofreciendo muchos programas académicos con baja demanda y matriculación, a pesar de los continuos déficits financieros”.
Para hacer frente a su déficit actual, la Universidad de York aprobó un plan estratégico de tres años que incluye la reestructuración de sus estructuras académicas y la mejora de la retención de estudiantes, así como el aplazamiento de las renovaciones y la reducción de los gastos operativos discrecionales. También introdujo un programa de salida voluntaria para el personal.
Los documentos presupuestarios señalan que, además de la disminución de la matrícula, la prolongada huelga del invierno pasado de los profesores contratados y los asistentes de enseñanza perjudicó los resultados. La Universidad de York atribuyó a la interrupción laboral un déficit de 50 millones de dólares en ingresos por matrículas.
El pasado diciembre, la universidad anunció la suspensión de su Máster en Liderazgo y Compromiso Comunitario, un título profesional a tiempo parcial que iba a comenzar con su próxima ronda de estudiantes este verano.