Rodrigo Díaz M.
El anuncio por parte del presidente Donald Trump de una inversión masiva del sector privado para construir más centros de datos de inteligencia artificial (IA) pone el foco en una clase relativamente pequeña y ágil de empresas de computación en la nube posicionadas para desempeñar un papel más importante en el sector tecnológico.
El martes, Trump dijo que se invertirán 500 billones de dólares en capital privado en una empresa conjunta, que según él construirá centros de datos y creará más de 100 mil puestos de trabajo en Estados Unidos. Uno de los objetivos del proyecto, dijo Trump, es mantener a Estados Unidos por delante de China en la carrera mundial por la supremacía en inteligencia artificial.
En el anuncio no figuraba la empresa emergente Crusoe, con sede en San Francisco, a la que Oracle recurrió para construir el primer centro de datos para Stargate. Para avanzar más rápidamente y mantener bajos los gastos de capital, Oracle subcontrató su desarrollo a Crusoe y luego entabló conversaciones con OpenAI para que fuera cliente.
Crusoe se encuentra entre un grupo de empresas más nuevas, que según la firma de investigación de chips SemiAnalysis también incluye a CoreWeave, Nebius Group, y Lambda, que están creando ofertas de computación en la nube específicamente para las necesidades de las empresas de IA. Lo consiguen normalmente acumulando enormes cantidades de chips de Nvidia vinculados a tipos específicos de trabajo de IA.
En Silicon Valley, estas empresas se conocen como “neoclouds” porque su enfoque en la IA las distingue de gigantes de la nube como Microsoft, Alphabet, Google y Amazon Web Services (AWS), todos los cuales prestan servicios tanto a clientes corporativos generales como a sus propias empresas matrices.
Las empresas de neoclouds también son vías de comercialización para que Nvidia venda chips a los desarrolladores. Microsoft, AWS y Google ofrecen chips de Nvidia, pero también tienen sus propios chips de IA patentados que compiten con los chips de Nvidia.