Rodrigo Díaz M.
El presidente electo Donald Trump fue sentenciado hoy en su caso de dinero subrepticio, pero el juez se negó a imponer ningún castigo, un resultado que consolida su condena, pero lo libera para regresar a la Casa Blanca sin el peso de la amenaza de una pena de cárcel o una multa.
La condena de Trump a una baja incondicional pone fin a un caso en el que el ex y futuro presidente fue acusado de 34 delitos graves, sometido a juicio durante casi dos meses y condenado por un jurado en todos los cargos. Sin embargo, esto no le perjudicó ante los votantes, que le eligieron para un segundo mandato.
El juez de Manhattan Juan M. Merchan podría haber condenado al republicano de 78 años a hasta cuatro años de cárcel, pero Merchan había indicado que planeaba una sentencia sin penalización, llamada descarga incondicional, y los fiscales no se opusieron.
Los fiscales dijeron el viernes que apoyaban una sentencia sin penalización, pero reprendieron los ataques de Trump al sistema legal a lo largo y después del caso.
Donald Trump, republicano, se convirtió en la primera persona condenada por un delito grave en asumir la presidencia.
En este caso en particular se acusaba a Trump de amañar los registros de su negocio para velar un pago de 130 mil dólares a la actriz porno Stormy Daniels. A ella se le pagó, a finales de la campaña de Trump en el 2016, para que no contara al público un encuentro sexual que ella sostiene que ambos tuvieron una década antes. Él dice que no ocurrió nada sexual entre ellos y sostiene que sus adversarios políticos urdieron una acusación falsa para tratar de perjudicarle.
Mientras que los cargos específicos se referían a cheques y libros de contabilidad, las acusaciones subyacentes eran sórdidas y estaban profundamente enredadas con el ascenso político de Trump. Los fiscales dijeron que Daniels se le pagó pagada como parte de un esfuerzo más amplio para evitar que los votantes se enteraran de las supuestas escapadas extramatrimoniales de Trump.
Trump niega que se produjeran los supuestos encuentros. Sus abogados dijeron que quería silenciar las historias para proteger a su familia, no a su campaña.