Rodrigo Díaz M.
Es probable que los precios de los alimentos en Canadá aumenten entre 3% y un 5% el año que viene, según un informe recién publicado, pero imprevistos como el cambio climático y Donald Trump podrían tener repercusiones imprevistas.
Esta es la conclusión del 15º informe anual sobre precios de los alimentos publicado por una asociación que incluye investigadores de la Universidad Dalhousie, la Universidad de Guelph, la Universidad de Saskatchewan y la Universidad de British Columbia.
Los autores del informe utilizaron tres modelos diferentes de aprendizaje automático e inteligencia artificial para hacer sus predicciones, y llegaron a la conclusión de que una familia canadiense de cuatro miembros podrá gastar 16.833,67 dólares en alimentos en el 2025, lo que supone un aumento de hasta 801,56 dólares con respecto al año pasado.
Aunque sigue suponiendo un aumento de la factura de la compra, la tasa de crecimiento de los precios de los alimentos se ha moderado desde los días de la pandemia del COVID-19, cuando la inflación galopante hizo que los canadienses sufrieran aumentos de precios de los alimentos de dos dígitos año tras año.
Pero sigue habiendo puntos de presión. Los precios de la carne, por ejemplo, podrían subir entre un 4% y un 6% en el 2025, según sugiere el informe.
Esto se debe en parte a los precios récord de la carne de vacuno, consecuencia de años de sequía en el Oeste que han llevado a los ganaderos a reducir el tamaño de sus rebaños.
Los precios de las hortalizas también podrían subir más deprisa que los de otras categorías, impulsados en gran medida por la bajada del dólar canadiense, que se espera reduzca el poder adquisitivo de los importadores canadienses de alimentos en el 2025.
Como en los últimos años, el cambio climático sigue siendo un factor que influye en los precios de los alimentos, ya que las condiciones meteorológicas extremas dificultan el cultivo y la cría de ganado.
Pero este año, los autores del informe también están observando los posibles impactos relacionados con el regreso del ex presidente Trump a la Casa Blanca en el 2025. Estos podrían incluir el efecto de los aranceles recíprocos, si Canadá opta por contraatacar los aranceles amenazados por Trump sobre las importaciones a EE. UU., así como una posible brecha de competitividad si Trump cumple su promesa de reducir los costos para los agricultores estadounidenses.