Rodrigo Díaz M.
La Embajada de Canadá en Ucrania, situada en Kiev, ha suspendido temporalmente los servicios en persona después de que las autoridades de ese país advirtieran de que habían recibido información sobre un “posible ataque aéreo significativo”, y advirtieran a los ciudadanos de que se refugiaran en su lugar si oían una alerta aérea.
Varias horas después de que EE.UU. compartiera el aviso, la agencia de espionaje militar de Ucrania dijo que Rusia estaba tratando de difundir información errónea con mensajes falsos en línea.
“No ignore las sirenas antiaéreas: es más seguro esperar en un refugio. Sin embargo, le instamos a no sucumbir al pánico”, reza un mensaje en ucraniano compartido en Telegram por la agencia.
Según la agencia, Rusia está “difundiendo un mensaje sobre la amenaza de un ataque ‘particularmente masivo’ con misiles y bombas contra ciudades ucranianas hoy”.
Las embajadas española, italiana y griega también han cerrado por precaución.
Han surgido nuevas tensiones cuando la guerra superó ayer la marca de los mil días. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, autorizó públicamente a Ucrania a utilizar misiles de mayor alcance suministrados por Estados Unidos para atacar más profundamente en Rusia.
El mismo día, Moscú declaró que los ucranianos habían disparado seis de ellos contra la región de Briansk, fronteriza con Ucrania y Bielorrusia. Los militares habrían derribado cinco de los misiles, conocidos como ATACMS, y dañado el sexto.
Mientras las fuerzas ucranianas han retenido cientos de kilómetros cuadrados de territorio ruso en la región de Kursk, Rusia controla miles en el este de Ucrania. Las tropas norcoreanas, que combaten con Rusia, están ayudando en la lucha por recuperar terreno ruso.
El presidente ruso, Vladimir Putin, también ha rebajado el umbral de utilización del arsenal nuclear de su país, permitiendo potencialmente su uso en respuesta a un ataque convencional de cualquier nación apoyada por una potencia nuclear.