Rodrigo Díaz M.
El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que Tom Homan, ex director en funciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), será el “zar de la frontera” en su próxima administración, un cargo que probablemente desempeñará un papel clave en las promesas de campaña de Trump de asegurar la frontera entre Estados Unidos y México y montar una operación de deportación masiva.
Además de supervisar las fronteras sur y norte y la “seguridad marítima y aérea”, Trump dijo que Homan “estará a cargo de todas las deportaciones de extranjeros ilegales a sus países de origen”, una parte central de su agenda.
Homan es un ex agente de la Patrulla Fronteriza que se abrió camino hasta dirigir el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en el 2017 y en el 2018 como director interino. Nunca fue confirmado por el Senado, y su nuevo papel no lo requiere.
Su nombramiento demuestra hasta qué punto es probable que llegue la administración Trump para llevar a cabo las promesas de inmigración de línea dura que fueron un sello distintivo de su campaña electoral.
Homan comenzó su carrera en 1984 como agente de la Patrulla Fronteriza antes de pasar al ICE. Fue una figura relativamente discreta pero influyente en la aplicación de la ley de inmigración en la administración Obama, dirigiendo el brazo de Operaciones de Aplicación y Remoción de ICE, encargado de localizar a las personas que no tienen derecho a estar en el país y expulsarlas. Durante su primera administración, Trump eliminó las políticas de la era Obama que limitaban las deportaciones a las personas que suponían una amenaza para la seguridad pública, a los delincuentes convictos y a los que habían cruzado la frontera recientemente, haciendo que cualquier persona sin estatus legal pudiera ser detenida.