Por Oscar Vigil
La industria, liderada por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional, había impugnado las regulaciones, argumentando que eran incompatibles con el Convenio de Montreal, que rige los viajes aéreos internacionales.
Lo que estaba en juego era el hecho de que el tratado multilateral exige que los pasajeros maltratados proporcionen pruebas del alcance de los daños sufridos, mientras que el APPR, que entró en vigor en 2019, establece el deber de las aerolíneas de proporcionar una compensación estandarizada a los consumidores por cuestiones como interrupciones de vuelos en ciertos casos.
En su sentencia, el máximo tribunal del país determinó que las regulaciones federales no entran en conflicto con el tratado, una decisión que significa que los pasajeros seguirán pudiendo reclamar una compensación según lo establecido en las normas actuales para los vuelos hacia y desde Canadá. El fallo no se refería a los vuelos nacionales, que también están sujetos al APPR.
“La Corte Suprema moderniza la protección del consumidor en Canadá”, dijo John Lawford, asesor general del Public Interest Advocacy Centre, un grupo de derechos del consumidor que intervino en el caso.
“Han reconocido la importancia de este tipo de esquemas de compensación para los consumidores”, agregó, refiriéndose a cómo la APPR facilita que los pasajeros aéreos reclamen una compensación.
Las regulaciones exigen que las aerolíneas proporcionen una compensación estandarizada a los pasajeros por demoras prolongadas de vuelos, cancelaciones y denegación de embarque en casos en que se considere que la interrupción está dentro del control de las aerolíneas y no es necesaria para la seguridad. Las cantidades pueden alcanzar los $2,400 para interrupciones significativas.
Las regulaciones también establecen parámetros sobre compensación y reembolsos por equipaje perdido o dañado, así como sobre el deber de las aerolíneas de acomodar a los pasajeros en vuelos alternativos, entre otras obligaciones.
La Corte Suprema dictaminó que la APPR puede coexistir con la Convención de Montreal porque las reglas federales no se refieren a la compensación individualizada y, en cambio, establecen estándares de tratamiento para todos los pasajeros en ciertas situaciones.
La sentencia sigue a una sentencia de 2022 del Tribunal Federal de Apelaciones que había confirmado en gran medida las regulaciones.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo, o IATA, que representa a más de 300 aerolíneas, argumentó ante la Corte Suprema que las regulaciones no deberían aplicarse a las aerolíneas extranjeras y que exigen una compensación que puede superar las pérdidas reales de los consumidores.
El portavoz de la IATA, Markus Ruediger, dijo que la organización estaba “decepcionada” por la decisión de la Corte Suprema: “La mejor manera de proteger los intereses de los pasajeros es a través de un viaje seguro y eficiente en el que se minimicen las interrupciones. Si bien las aerolíneas desempeñan un papel fundamental en esto, el gobierno federal debe centrar sus esfuerzos en mejorar el sistema general de viajes aéreos, especialmente en las partes de la cadena de valor que están directamente bajo su control”.
El gobierno federal, por su parte, celebró la sentencia: “En 2019, nuestro Gobierno fue el primero en la historia de Canadá en proteger a los pasajeros mediante la introducción de una legislación. Hoy, la Corte Suprema falló a favor de los pasajeros y de nuestra opinión de que los pasajeros necesitan protección”, dijo la ministra de Transporte, Anita Anand.