Rodrigo Díaz M.
Millones de canadienses verán cómo sus relojes se retrasan una hora este domingo 3 de noviembre, lo que marca el fin del horario de verano por este año.
Amanecerá antes por la mañana y anochecerá antes por la tarde cuando vuelva el horario estándar. La mayoría de las provincias y territorios respetan el cambio, que se produce anualmente el primer domingo de noviembre, con la excepción de Saskatchewan y Yukón, que siguen el horario estándar todo el año.
Los canadienses han participado en los cambios de hora orientados a la luz solar desde 1918. El gobierno federal introdujo el horario de verano para aumentar la producción durante la Primera Guerra Mundial, desplazando una hora de luz solar de antes del desayuno a después de la cena. Alemania y Gran Bretaña ya habían aprobado leyes similares.
El cambio de hora regulado por el gobierno federal terminó con la Primera Guerra Mundial, pero se reanudó durante la segunda, cuando Canadá volvió al horario de verano durante todo el año, junto con Estados Unidos. La mayoría de los países cambiaron sus relojes durante este periodo. Desde entonces, los gobiernos a nivel provincial y municipal han regulado el horario de verano en sus respectivas zonas horarias.
El horario que conocemos hoy sólo tiene 17 años en efecto. En marzo del 2007, el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, modificó el horario de verano para que se aplicara desde el segundo domingo de marzo hasta el primer domingo de noviembre. La intención era ahorrar energía, reduciendo el tiempo necesario para iluminar los hogares. Canadá siguió el ejemplo.
La Sociedad Canadiense del Sueño y la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño han pedido que se ponga fin al horario de verano.
En noviembre del 2020, Ontario aprobó la Ley de Modificación Horaria, que sienta las bases para que el horario de verano sea la norma durante todo el año. El fiscal general de Ontario ha dicho que el gobierno sólo lo aplicará si Quebec y el estado de Nueva York están de acuerdo.
A principios de esta semana, Quebec inició una consulta pública sobre el cambio de hora, que podría desembocar en una ley.
El ministro federal de justicia, Simon Jolin-Barrette, declaró el martes que el cambio de hora tiene “importantes repercusiones en la vida de los quebequeses” y puede afectar a la capacidad de concentración de las personas y hacerlas más irritables.
En marzo, casi 90 mil personas firmaron una petición para poner fin definitivamente al horario de verano en Canadá.