Rodrigo Díaz M.
Las autoridades venezolanas han detenido a cinco ciudadanos extranjeros en relación con un presunto complot antigubernamental, el último de una ola de arrestos tras las controvertidas elecciones presidenciales de julio.
El ministro del Interior del país, Diosdado Cabello, declaró que los cinco (tres estadounidenses, un boliviano y un peruano) habían participado en un supuesto plan para desestabilizar el país. Cabello afirmó que los servicios de inteligencia estadounidenses estaban implicados en el complot, aunque no aportó pruebas.
La CIA había negado anteriormente su implicación en un supuesto complot para asesinar al presidente Nicolás Maduro.
El Departamento de Estado de EE.UU. condenó las últimas detenciones y dijo que “la seguridad de los ciudadanos estadounidenses en cualquier parte del mundo es nuestra primera prioridad”.
Las autoridades electorales leales a Maduro lo anunciaron como vencedor en las elecciones de julio, pero la afirmación ha sido ampliamente rechazada por la comunidad internacional.
Tras la victoria de Maduro, estallaron protestas antigubernamentales. Más de 2.400 personas han sido detenidas por protestar contra el resultado electoral. Cientos han sido acusadas de delitos como terrorismo, incitación al odio y resistencia a la autoridad, según Human Rights Watch.
Cabello no reveló cuándo se produjeron las últimas detenciones, pero dijo que uno de los estadounidenses fue detenido en el estado fronterizo de Zulia. No ofreció detalles sobre las circunstancias que llevaron a las detenciones de los extranjeros.
El mes pasado, Cabello anunció la detención de tres estadounidenses, dos españoles y un ciudadano checo a los que acusó de viajar al país para, supuestamente, asesinar a Maduro.