Rodrigo Díaz M.
Robert F. Kennedy Jr. suspendió su campaña independiente a la presidencia y respaldó a Donald Trump, una sacudida de última hora en la carrera presidencial que podría dar al ex presidente un modesto impulso de los partidarios de Kennedy.
Kennedy dijo que sus encuestas internas habían mostrado que su presencia en la carrera perjudicaría a Trump y ayudaría a la candidata demócrata Kamala Harris, aunque las encuestas públicas recientes no proporcionan una indicación clara de que esté teniendo un impacto excesivo en el apoyo a cualquiera de los candidatos de los principales partidos.
Kennedy citó la libertad de expresión, la guerra en Ucrania y “una guerra contra nuestros hijos” entre las razones por las que trataría de eliminar su nombre de la papeleta en los estados disputados.
“Estas son las principales causas que me persuadieron a abandonar el Partido Demócrata y presentarme como independiente, y ahora a lanzar mi apoyo al presidente Trump”, dijo Kennedy.
Sin embargo, dejó claro que no ponía fin formalmente a su candidatura y dijo que sus partidarios podían seguir apoyándole en la mayoría de los estados en los que es poco probable que influyan en el resultado. Kennedy tomó medidas para retirar su candidatura en al menos dos estados a finales de esta semana, Arizona y Pensilvania, pero en los campos de batalla de Michigan, Nevada y Wisconsin, los funcionarios electorales dijeron que es demasiado tarde para que retire su nombre de la papeleta, incluso si quiere hacerlo.
Kennedy dijo que sus acciones se produjeron tras las conversaciones mantenidas con Trump en las últimas semanas. Presentó su alianza como “un partido de unidad”, un acuerdo que “nos permitiría discrepar en público y en privado y seriamente”. Kennedy sugirió que Trump le ofreció un trabajo si vuelve a la Casa Blanca, pero ni él ni Trump ofrecieron detalles.
El anuncio puso fin a días de especulaciones y aterrizó con montones de confusión y contradicciones por parte de los ayudantes y aliados de Kennedy.
Según una encuesta de julio de AP-NORC, los republicanos eran significativamente más propensos que los demócratas a tener una opinión favorable de Kennedy. Y los que tenían una impresión positiva de Kennedy eran significativamente más propensos a tener también una opinión favorable de Trump (52%) que Harris (37%).