Rodrigo Díaz M.
Al menos 40 inmigrantes han muerto tras incendiarse la embarcación en la que viajaban frente a la costa septentrional de Haití, según ha informado una agencia de las Naciones Unidas. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), otros 41 fueron rescatados por los guardacostas haitianos.
La embarcación viajaba de Cabo Haitiano a las Islas Turcas y Caicos, a más de 220 km de distancia, según la OIM. La causa exacta del incendio aún no está clara, pero un funcionario local dijo que la gente del barco estaba encendiendo velas en un ritual para pedir paso seguro, lo que provocó que se incendiaran bidones llenos de gasolina.
Los heridos siguen recibiendo atención médica proporcionada por la OIM, y 11 de ellos fueron trasladados al hospital más cercano, dijo la agencia.
Decenas de miles de personas huyen de Haití cada año, escapando de la pobreza, la anarquía y la violencia de las bandas en su país. Grupos armados rivales tomaron el control de la capital, Puerto Príncipe, a principios de año, obligando al Primer Ministro Ariel Henry a dimitir semanas después.
Grégoire Goodstein, jefe de la misión de la OIM en Haití, declaró:”Este devastador suceso pone de relieve los riesgos a los que se enfrentan los niños, las mujeres y los hombres que migran a través de rutas irregulares, lo que demuestra la necesidad crucial de vías seguras y legales para la migración”.
La situación socioeconómica de Haití está agonizando.La extrema violencia de los últimos meses sólo ha hecho que los haitianos recurran aún más a medidas desesperadas.La falta de oportunidades económicas, el colapso del sistema sanitario y el cierre de escuelas empujan a muchos a considerar la inmigración como la única forma de sobrevivir.
En promedio, la violencia de las bandas armadas mató o hirió a más de una persona por hora en los tres primeros meses de este año, según datos de la ONU.
Más de 86 mil inmigrantes han sido devueltos a la fuerza a Haití por los países vecinos este año, a pesar del aumento de la violencia.
El país caribeño ha sufrido una escalada de violencia tras el asesinato del Presidente Jovenel Moïse hace tres años.
Cientos de policías keniatas llegaron a Haití este mes como parte de una misión para ayudar a la policía haitiana a luchar contra las bandas criminales.