Rodrigo Díaz M.
Aunque Canadá es uno de los principales contribuyentes a la ayuda internacional entre algunos de los países más ricos del mundo, una quinta parte del gasto nunca sale de sus fronteras.
Alrededor del 19% de la ayuda canadiense comunicada a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico el año pasado benefició a refugiados y ucranianos dentro de Canadá.
Canadá ocupa el séptimo lugar en cuanto a dólares gastados en ayuda internacional, según la OCDE, un grupo de países mayoritariamente ricos.
El mes pasado, la organización publicó su análisis del gasto en ayuda del 2023.
Muestra que Canadá gastó algo más de ocho billones de dólares en ayuda el año pasado, de los cuales 1.5 billones se destinaron a apoyar a refugiados, solicitantes de asilo y ucranianos que huyeron de la invasión rusa, durante su primer año en Canadá.
El cálculo incluye el gasto provincial y federal en este ámbito, así como a los ucranianos que llegaron a Canadá con un visado de emergencia para esperar a que terminara la guerra, pero que técnicamente no son refugiados.
El gasto representa el 19% de la ayuda internacional de Canadá, frente a un promedio del 13,8% entre los demás países de la OCDE.
Estados Unidos gasta el 9,7% de su presupuesto de ayuda dentro de sus fronteras, y el Reino Unido el 28%.
El gasto refleja una época turbulenta, ya que un número histórico de personas en todo el mundo se han visto obligadas a huir de sus hogares debido a conflictos armados y desastres naturales relacionados con el cambio climático.
La elevada proporción de dinero gastado en refugiados procede en parte de programas especializados de reasentamiento, como la promesa de Ottawa de traer a 40 mil afganos a Canadá, así como de asistencia de salud y alojamiento temporal para las personas que solicitan asilo en Canadá.
En cuanto a la parte que realmente se gasta en el extranjero, una parte importante de los fondos se destina a responder al conflicto de Sudán y al hambre en Haití, y el 21,4% se destinó a Ucrania, sobre todo en forma de préstamos.