Susana Donan
El Ayuntamiento de Toronto aprobó recientemente la moción de permitir la construcción de casas adosadas y pequeñas unidades residenciales de seis plantas a lo largo de las principales calles de la ciudad.
En respuesta a la moción, Jennifer Pearce, presidenta del Consejo Regional de Bienes Raíces de Toronto (TRREB), afirma que los líderes electos deben dar un paso al frente y adoptar medidas políticas que tengan un impacto significativo allí donde más importa.
“Para las familias y las personas, la vivienda suele ser el mayor gasto mensual. Para aumentar la asequibilidad, el Ayuntamiento debe dar prioridad a la construcción de más viviendas asequibles, más rápido”.
La junta regional considera que permitir viviendas adosadas y pequeños edificios residenciales de seis plantas en las calles principales designadas es una prometedora política pública que acabará con la burocracia para conseguir construir más viviendas asequibles con mayor rapidez.
“El TRREB está a la vanguardia de la demanda de una zonificación más conforme a derecho en nuestra ciudad. Este enfoque fomenta una densidad más suave en las comunidades existentes y hace que sea más fácil para los desarrolladores para construir viviendas familiares”.
La propuesta que el Ayuntamiento tiene ante sí aumentará la zonificación de las calles principales, acercará más viviendas al transporte público y permitirá a los constructores crear más viviendas plurifamiliares.
Esta iniciativa estaría en perfecta consonancia para cumplir los objetivos acordados al recibir los 471 millones de dólares del gobierno federal como parte del Fondo Acelerador de la Vivienda, agilizando las aprobaciones de los reglamentos de zonificación, eliminando barreras para construir las viviendas que se necesitan y permitiendo una mayor densidad de viviendas.
La junta ha instado al Ayuntamiento a “pensar a lo grande y ser audaz en su enfoque de la construcción de viviendas yendo más allá y apoyando mociones adicionales que permitan más unidades a lo largo de las calles principales para garantizar su viabilidad financiera”.
Todo esto es una gran victoria para la asequibilidad de la vivienda.
La decisión se basa en un plan original menos ambicioso que sólo permitía la construcción de casas adosadas y pequeñas unidades residenciales de un máximo de 30 unidades en los bordes de los vecindarios y a lo largo de algunas carreteras principales. La ampliación del plan original para construir más viviendas es una decisión trascendental que beneficiará a generaciones de habitantes de Toronto.
Este cambio también hará del Ayuntamiento de Toronto una ciudad más equitativa e integradora, al revertir décadas de política de zonificación que históricamente se utilizó para impedir la construcción de más unidades en los barrios existentes.
Durante demasiado tiempo, las políticas urbanísticas de Toronto obligaron a las familias trabajadoras y a los particulares a vivir en las afueras de la ciudad y a soportar largos desplazamientos. La decisión del consejo contribuirá a generar más unidades asequibles en todos los barrios para que la gente pueda vivir más cerca de donde trabaja.