Rodrigo Díaz M.
Tras seis meses de negociaciones, el presidente y director general de Loblaw, Per Bank, afirmó que la empresa está dispuesta a firmar el código de conducta, siempre y cuando otros agentes del sector también lo hagan.
El código ha sido elaborado por un grupo de líderes de la industria alimentaria, con la intención de igualar las condiciones para los proveedores y los minoristas más pequeños.
Pero pareció detenerse el pasado diciembre, cuando Loblaw y Walmart Canada dijeron que no firmarían el código voluntario porque les preocupaba que subiera los precios para los compradores.
Nick Henn, director jurídico de Loblaw, dijo que los principios subyacentes del código no han cambiado.
Un ejemplo importante fue el relativo al proceso de resolución de conflictos, dijo Henn. Loblaw quería dejar claro cuándo sería apropiado que los asuntos fueran a un árbitro y cuándo no, como en el caso de las negociaciones de precios entre proveedores y minoristas.
El 1 de junio de 2025 es la fecha prevista para la entrada en vigor del código.
En los últimos meses han aumentado los llamamientos para que el código sea obligatorio. En febrero, el comité de la Cámara de los Comunes que estudia los precios de los alimentos comunicó a Loblaw y Walmart que si no aceptaban un código voluntario, el comité recomendaría que se convirtiera en ley.
Aunque la inflación alimentaria ha sido un fenómeno que ha afectado a todo el sector, provocado por presiones mundiales como la guerra de Ucrania, para muchos Loblaw se ha convertido en el ejemplo a seguir de la inflación alimentaria en Canadá.
Metro ya ha anunciado su apoyo al código de conducta, Costco y Walmart aun no no lo han firmado y ano han anunciado sus intenciones de hacerlo.