Rodrigo Díaz M.
La empresa espacial Blue Origin, de Jeff Bezos, ha reanudado esta semana el envío de personas en viajes espaciales suborbitales tras un paréntesis de 21 meses, y en el proceso ha hecho realidad el sueño de 60 años de un pionero aeroespacial negro.
Entre los seis astronautas del cohete New Shepard de Blue Origin se encontraba Ed Dwight, un piloto de pruebas militar retirado que perdió la oportunidad de convertirse en el primer astronauta de color de la NASA en la década de 1960. El vuelo de esta semana convirtió a Dwight, de 90 años, en la persona de más edad en viajar al espacio, aunque en un viaje suborbital en lugar de orbital.
No es la primera vez que Blue Origin toma una página de la historia espacial: En el 2021, una de las participantes en el primer vuelo espacial tripulado de la compañía fue Wally Funk, miembro del grupo de mujeres “Mercury 13” que pasaron por el entrenamiento de astronautas en la década de 1960, pero nunca llegaron al espacio. Esa misión convirtió a Funk en el astronauta de más edad del mundo, con 82 años. El récord de Funk fue batido por el actor de Star Trek William Shatner durante otro vuelo de Blue Origin ese mismo año, y ahora Dwight ha superado el récord de Shatner en un mes y medio.
Los compañeros de tripulación de Dwight en el vuelo eran el inversor de capital riesgo Mason Angel, el fundador de una cervecería francesa Sylvain Chiron, el ingeniero de software Kenneth L. Hess, la contadora pública jubilada y aventurera Carol Schaller, y el piloto de avión y empresario Gopi Thotakura. Se supone que han pagado sus propios gastos, pero Blue Origin no reveló cuánto pagaron.
La misión de esta semana, conocida como NS-25, ha sido el 25º vuelo del programa suborbital New Shepard. Siete de esos vuelos han sido tripulados, con un total de 37 personas viajando desde el Launch Site One de Blue Origin en el oeste de Texas.
Este fue el primer vuelo New Shepard tripulado desde agosto del 2022. Un mes después de ese vuelo, otra nave New Shepard experimentó una anomalía en el lanzamiento durante una misión de investigación sin tripulación, lo que obligó a suspender durante un año los lanzamientos de Blue Origin. A raíz de la investigación, Blue Origin adoptó más de 20 medidas correctoras, incluido un rediseño de la tobera del motor BE-3 del cohete. El pasado diciembre, un exitoso vuelo sin tripulación preparó el terreno para el viaje de esta semana.
Además del programa suborbital New Shepard, Blue Origin, con sede en Kent (Washington), está desarrollando un cohete de clase orbital New Glenn que podría realizar su primer lanzamiento desde Florida a finales de este año. La empresa también está trabajando en un módulo de aterrizaje lunar para uso de la NASA, una plataforma orbital multimisión conocida como Blue Ring, un proyecto de estación espacial comercial llamada Orbital Reef, y otros programas avanzados que incluyen un sistema para producir células solares a partir de materiales lunares y transportar energía entre instalaciones lunares utilizando luz láser.