Rodrigo Díaz M.
Más de 53 mil personas han huido de la capital de Haití en menos de tres semanas, la gran mayoría para escapar de la implacable violencia de las bandas, según un informe de Naciones Unidas.
Más del 60% se dirigen a la región rural del sur de Haití, lo que preocupa a los funcionarios de la ONU.
“Nuestros colegas humanitarios subrayaron que estos departamentos no tienen infraestructuras suficientes, y las comunidades de acogida no tienen recursos suficientes, para hacer frente al gran número de personas que huyen de Puerto Príncipe”, dijo el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric.
La región meridional acoge ya a más de 116 mil haitianos que abandonaron Puerto Príncipe, según el informe de la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU.
El éxodo de la capital, de unos tres millones de habitantes, comenzó poco después de que poderosas bandas lanzaran una serie de ataques contra las instituciones gubernamentales a finales de febrero. Los hombres armados han quemado comisarías de policía, han abierto fuego contra el principal aeropuerto internacional, que permanece cerrado, y han asaltado las dos mayores prisiones de Haití, liberando a más de cuatro mil reclusos.
Más de 1.500 personas han muerto hasta el 22 de marzo, y otras 17 mil se han quedado sin hogar, según la ONU.
De las 53.125 personas que huyeron de Puerto Príncipe entre el 8 y el 27 de marzo, casi el 70% ya se habían visto obligadas a abandonar sus hogares y vivían con familiares o en refugios improvisados abarrotados e insalubres por toda la capital, según la ONU.
Más del 90% de los haitianos que abandonan la capital se hacinan en los autobuses, arriesgándose a viajar a través de territorios controlados por bandas, donde se han denunciado violaciones en grupo y se ha sabido de hombres armados que han abierto fuego contra el transporte público.
La violencia obligó al primer ministro Ariel Henry a anunciar el mes pasado que dimitiría cuando se creara un consejo presidencial de transición. Henry se encontraba en Kenia para impulsar el despliegue de una fuerza policial del país del este de África, respaldada por la ONU, cuando comenzaron los ataques, y sigue en el exilio sin poder entrar a Haití.
El consejo de transición, que se encargará de elegir un nuevo primer ministro y un consejo de ministros, aún no se ha establecido formalmente.
Mientras tanto, se espera que continúe la migración masiva desde Puerto Príncipe.