Rodrigo Díaz M.
Un nuevo informe sugiere que los hábitos televisivos de los canadienses siguen decantándose por las plataformas de streaming en detrimento de las suscripciones tradicionales por cable y satélite, en un momento en que el regulador federal estudia nuevas normas que ayuden a igualar las condiciones en todo el sector.
Según el informe anual Couch Potato Report, publicado por Convergence Research, a finales del año pasado el 42% de los hogares canadienses no estaban abonados a un proveedor tradicional de televisión. Prevé que, a finales del 2026, la mitad de los hogares no verán la televisión tradicional.
Mientras tanto, el informe señala que más del 80% de los hogares canadienses están suscritos a un servicio de streaming, mientras que el 70% está suscrito tanto a la televisión como a uno o más servicios de streaming.
El año pasado, el 2,6% de los abonados canadienses a la televisión cortaron el cordón umbilical, y los ingresos de los proveedores de televisión tradicional disminuyeron un 3%, hasta los 7.2 billones de dólares, un ritmo que, según el informe, se mantendrá hasta el 2026.
Por su parte, los ingresos por suscripciones de los proveedores de streaming aumentaron un 14% en el 2023, hasta los 3.7 billones de dólares, y se prevé que alcancen los 4.3 billones este año.
El continuo crecimiento del streaming en Canadá se produjo a pesar de que el precio promedio de estos servicios aumentó un 12% el año pasado en los 10 mayores proveedores.
El informe señala que los canadienses encontraron ahorros “significativos” asociados a los paquetes de streaming que requieren que el espectador vea anuncios comerciales. Los clientes de estos paquetes pagaron un promedio del 42% menos que los suscritos a alternativas sin anuncios.
El informe estima que sólo cuatro de cada diez hogares canadienses estarán abonados a un proveedor tradicional a finales del 2024, una cifra que, según las previsiones, se reducirá a una cuarta parte en el 2026.
Por otro lado, las dificultades que atraviesa el sector de la radiodifusión canadiense son lo bastante importantes como para que la Comisión Canadiense de Radiotelevisión y Telecomunicaciones (CRTC) pida reformas y ayuda.
A finales del año pasado, el regulador federal celebró una audiencia de 15 días centrada en la modernización del marco regulador de los organismos de radiodifusión.
Formaba parte de una consulta pública en respuesta a la Ley de Streaming Online, que recibió el visto bueno real el pasado abril y pretende actualizar la legislación federal para exigir a las plataformas digitales que contribuyan a los contenidos canadienses y los promuevan.
La CRTC está estudiando si debe pedirse a las emisoras extranjeras una contribución inicial al sistema canadiense de contenidos.