Rodrigo Díaz M.
Rusia está tratando de desarrollar un arma nuclear espacial que destruiría los satélites mediante la creación de una onda de energía masiva cuando se detona, potencialmente paralizar una amplia franja de los satélites comerciales y gubernamentales que el mundo depende de abajo para hablar por teléfono celular, pagar las facturas, y navegar por Internet.
El representante republicano Mike Turner de Ohio, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, desató un frenesí en Washington la semana pasada cuando emitió un comunicado diciendo que su panel “tenía información relativa a una grave amenaza para la seguridad nacional.”
Joe Biden, presidente de Estados Unidos, confirmó públicamente que Turner se refería a una nueva capacidad nuclear rusa antisatélite, pero los funcionarios se han negado rotundamente a hablar más de ello, alegando el carácter altamente clasificado de la información.
El arma está aún en fase de desarrollo y todavía no está en órbita, han subrayado públicamente funcionarios de la administración Biden. Pero si se utiliza, dicen los funcionarios, cruzaría un peligroso rubicón en la historia de las armas nucleares y podría causar trastornos extremos en la vida cotidiana de formas difíciles de predecir.
Este nuevo tipo de arma, conocida generalmente por los expertos militares espaciales como PEM nuclear, crearía un pulso de energía electromagnética y una avalancha de partículas altamente cargadas que atravesarían el espacio para perturbar a otros satélites que revolotean alrededor de la Tierra.
El Departamento de Defensa y la comunidad de inteligencia han seguido durante años los esfuerzos rusos para desarrollar una amplia gama de armas antisatélite, incluido un EMP.
Y en los últimos meses ha habido una corriente de informes de inteligencia relacionados específicamente con los esfuerzos de Rusia para desarrollar capacidades antisatélite de propulsión nuclear, según un funcionario de defensa.
Pero Rusia ha avanzado recientemente en sus esfuerzos por desarrollar un EMP nuclear, una tecnología relacionada pero mucho más alarmante.
Los expertos dicen que este tipo de arma podría tener el potencial de acabar con mega constelaciones de pequeños satélites, como el Starlink de SpaceX, que ha sido utilizado con éxito por Ucrania en su actual guerra con Rusia.
Según el funcionario estadounidense y otras fuentes, se trataría casi con toda seguridad de “un arma de último recurso” para Rusia, ya que causaría el mismo daño a cualquier satélite ruso que también se encontrara en la zona.
Rusia se ha retirado de varios tratados de regulación de armamentos en los últimos años, dejando prácticamente destruida la arquitectura de control de armamento posterior a la Guerra Fría.